Normalmente se puede confiar en los operarios que vienen a instalar cualquier cosa a casa, pero siempre hay alguna excepción. Este es el caso de un hombre de Girona que robaba joyas en los inmuebles donde iba a colocar toldos o arreglarlos. El individuo, de 36 años, actuó en varias residencias de las comarcas gerundenses haciéndose con los objetos de gran valor que después revendió en establecimientos de compraventa de oro de varias poblaciones. Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación a raíz de las denuncias de los particulares que echaron de menos los diferentes pendientes y relojes, y ha culminado con su detención este miércoles y ha pasado a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Girona. No cuenta con antecedentes policiales.
Vendió joyas por un importe de 9.000 euros
La policía catalana investiga en estos momentos si el arrestado habría robado en una treintena de domicilios. Aunque se conoce la actuación en algunas viviendas de la zona, una vez empezaron desde la comisaría de Girona las indagaciones policiales el pasado 17 de noviembre. En aquel momento, la información que había llegado era que se habían sustraído joyas y un reloj del interior de una casa de Fornells de la Selva (Girona). Los agentes estudiaron los hurtos y descubrieron que el día del robo estuvieron trabajando unos operarios de una empresa de toldos. Las sospechas se enfocaron hacia los trabajadores de la compañía como principales y presuntos autores de los hechos. Sin embargo, los Mossos d'Esquadra desconocían la autoría para intentar recuperar las joyas robadas.
La investigación continuó y llevó a los Mossos d'Esquadra hasta una tienda de compraventa de oro de Girona donde se habían vendido unos pendientes de idénticas características que los sustraídos. La policía se centró, entonces, en uno de los trabajadores de la empresa que había vendido las joyas y supieron, poco después, que este operario había realizado una treintena de transacciones con diferentes objetos de valor, presuntamente robados en varios domicilios de la zona próxima a la ciudad de Girona donde él había ido a realizar el trabajo de instalación de toldos.
Sin embargo, pese a identificarlo, la sorpresa fue mayúscula al saber que el ladrón habría vendido un total de 29 joyas en una tienda especializada en compraventa de Girona, tres en una de Blanes (Girona) y una en otra en Castell-Platja d'Aro (Girona). El valor total de las transacciones en estos establecimientos ascendería, según la policía catalana, a unos 9.000 euros. La detención del hombre se llevó a cabo con la colaboración de la empresa. Los Mossos d'Esquadra no dan la investigación por cerrada a la espera de localizar más víctimas de sustracciones de joyas o de otras tiendas de compraventa donde el individuo podría haber acudido.