Tragedia en un histórico bar de moteros de California, en Estados Unidos. Un tiroteo en un emblemático establecimiento de la localidad californiana de Trabuco Canyon, muy cerca de Los Ángeles, ha dejado, de momento, cinco personas muertas y seis heridas de diversa consideración que se encuentran ingresadas en el hospital, según KCAL News. Entre los que han perdido la vida este jueves de madrugada está el pistolero que atacó indiscriminadamente al entrar en el local. Los agentes de la Policía de Orange County actuaron en el lugar de los hechos minutos después de ser alertados y ocasionaron un nuevo tiroteo, donde ningún agente resultó lesionado, y abatieron al sospechoso de haber provocado la masacre.
Aunque todavía no hay confirmación oficial, todo apunta a que el atacante es un agente de policía retirado. El origen del tiroteo estaría en una disputa que mantenía con su mujer cuando la situación fue a más y, tras una discusión, empezó a disparar a varias personas. Por ello, la policía actuó en el lugar y lo abatieron este jueves de madrugada, según la hora española, y poco después de las siete de la tarde del miércoles, hora local de California. De los seis hospitalizados, cinco son por heridas de bala y dos de ellos están en estado crítico y los médicos y facultativos sanitarios están tratando de estabilizarlos. Los otros cuatro se encuentran estables, según ha informado el Providence Mission Hospital en un comunicado.
¿Quién era el tirador?
El atacante que asesinó a sangre fría y con varios disparos a un total de cinco personas y dejó seis más malheridas es un sargento retirado del Departamento de Policía de Ventura. Según ha adelantado el medio estadounidense citado, inició su carrera en el año 1984 y se jubiló en febrero de 2014. Más allá de esto y de una posible disputa con su mujer, no se sabe mucho más. El Departamento del Sheriff de Orange County ha pedido a la gente que se mantenga alejada del área del tiroteo y el FBI también colaborará en la investigación que se ha abierto tras el suceso.
Los tiroteos en Estados Unidos son bastante habituales, entre otras cosas por la laxa regulación de las armas en el país. Las autoridades consideran los ataques con arma de fuego de masas aquellos que dejan al menos cuatro personas muertas o heridas, siempre sin contabilizar el atacante, como es el caso del ocurrido entre este miércoles y jueves en California. Desde principios de año se han registrado más de 640 tiroteos en todo el país norteamericano, según la organización Gun Violence Archive, que mantiene una base de datos sobre violencia con armas de fuego.