La fiesta mayor de Granollers, de Blancs y Blaus, ha servido para localizar, cuando menos de manera oficial, ya que los vecinos de la zona aseguran que lo sabía todo el mundo, que una tienda de la calle de Navarra de la capital del Vallès Oriental servía de templo para vender, sin ningún control, alcohol de alta graduación a menores de edad.

Los hechos los ha destapado la madre de una niña, menor de edad. La chica sufrió un coma etílico después de consumir, según explicó la menor a su madre, el alcohol que ella misma había adquirido en esta tienda de la calle de Navarra, durante la semana de la fiesta mayor. Los Mossos aseguran que, según la madre, "nadie le pidió que acreditara su mayoría de edad" para comprar las botellas de alcohol, si bien era muy joven.

Agentes de la Unidad Regional de Policía Administrativa (URPA), la policía que se encarga de controlar el correcto cumplimiento de las normativas administrativas, de juego, seguridad privada y venta de productos protegidos como el tabaco y el alcohol, comprobaron la información que había facilitado la madre de la chica menor de edad y confirmaron los hechos. Los agentes fueron controlando el establecimiento y, unos días más tarde, corroboraron la información de la madre, ya que detectaron como menores de edad compraban alcohol dentro del establecimiento en cuestión sin que nadie les pidiera ningún tipo de identificación.

Los Mossos confirmaron la falta de control

Durante el control hecho por agentes de la Policía Administrativa de los Mossos d'Esquadra de la región policial Metropolitano Norte, se comprobó que muchos jóvenes entraban y salían, sin acreditarse y, por lo tanto, sin verificar si eran mayores de edad o no, con botellas de alcohol de alta graduación.

Finalmente, los Mossos d'Esquadra identificaron y denunciaron al responsable del establecimiento, un hombre de mediana edad, de nacionalidad extranjera, e informaron de los hechos al Departamento de Salud, que es el organismo sancionador en este tipo de incumplimientos de la normativa. Los establecimientos comerciales no pueden vender alcohol de ningún tipo a los menores de edad y tienen la obligación de asegurarse de que los compradores tienen más de 18 años, recuerdan los Mossos d'Esquadra.