Alerta en las playas de Alicante. Un tiburón de dos metros de largo, de la especie tintorera, ha asustado a las personas que estaban disfrutando de un día veraniego al acercarse a la orilla de la costa del municipio alicantino de Orihuela. Los hechos han sucedido este jueves ante la sorprendente mirada de los bañistas, poco después de que otro tiburón devorara y matara un joven turista ruso de 23 años en las aguas del mar Rojo, en Egipto. En este caso anterior, el animal atacó al chico y lo sacudió hasta provocarle la muerte, mientras algunos testigos aseguran que oyeron como llamaba "¡Papa, sálvame"!, a su padre que estaba en tierra firme. Pero el tiburón alicantino no provocó ningún herido ni tampoco ningún daño personal.
Horas más tarde, el escualo desapareció de la costa de Orihuela, sin ningún tipo de mal hecho. El acontecimiento fue grabado por particulares y muchos de los vídeos han acabado en las redes sociales, donde se observa la característica aleta fuera del agua a unos diez metros de la cerca de la playa de Aguamarina. Según han apuntando fuentes de la Policía Local y el Ayuntamiento de Orihuela a EFE, los servicios de socorrismo han llegar en pocos minutos en la zona, cuando yo ni era el tiburón. El hecho de que el animal ya no se encontrara allí ha hecho que no fuera necesario cerrar la playa al público, aunque los vigilantes han recorrido durante todo el jueves con embarcaciones los alrededores del incidente. Pero, ¿dónde fue a parar la tintorera?
Atascada, agonizando y... muerta
Pues, por lo visto, el tiburón, que es una especie que no acostumbra a acercarse mucho a la costa, habría sufrido algún problema de salud o estaría completamente desorientado. La misma tintorera fue vista hacia las seis de la tarde en una cala próxima, entre las rocas, moviéndose con dificultad y aparentemente agonizando. Algunos vídeos en las redes sociales, aunque no hay confirmación oficial, parece que ha quedado varada y ha muerto.
En cualquier caso, hay que recordar que el avistamiento de tintoreras es relativamente habitual en esta zona del Mediterráneo aunque no tan cerca de la orilla, por lo que se especula que haya podido llegar hasta allí siguiendo a un grupo de peces o a causa de la temperatura inusualmente alta de la capa superficial del mar. En todo caso, los expertos sostienen que las tintoreras no suelen atacar a las personas, salvo en situaciones puntuales en que se sienten amenazadas.