Un hombre de 47 años y nacionalidad española ha acabado ingresando en prisión después de que en los últimos dos meses hubiera sido detenido en hasta 20 ocasiones por robar en el interior de coches en l'Hospitalet de Llobregat, según ha podido saber ElCaso.com. La última detención se produjo el pasado 23 de noviembre, cuando, hacia las dos de la madrugada, una patrulla de la Unidad de Seguridad Ciudadana de los Mossos que hacía tareas de prevención recibió el aviso que había una persona robando dentro de vehículos estacionados en un parking público del municipio.
Los agentes se desplazaron inmediatamente al aparcamiento y encontraron tres vehículos con los cristales rotos y el interior revuelto, pero el ladrón no estaba allí. Se inició una búsqueda por la zona hasta que minutos más tarde se pudo localizar un hombre que concordaba perfectamente con la descripción facilitada por los testigos. Los policías lo registraron y le encontraron dinero en efectivo y varios objetos que habían sido sustraídos de los vehículos. Además, escondido bajo el pantalón, en la zona del tobillo llevaba un destornillador. Por este motivo, el hombre quedó detenido como presunto autor de tres robos con fuerza.
Un viejo conocido de los Mossos y de los taxistas
Para los agentes de los Mossos que lo detuvieron, el ladrón no era ningún desconocido. Contaba con 35 detenciones por hechos similares, las últimas 20 en los últimos dos meses. Según ha podido saber ElCaso.com, el hombre, vecino de l'Hospitalet, habían estado actuando durante un tiempo por municipios de todo Catalunya, hasta que el mes de septiembre decidió empezar a robar también en su ciudad. Desde entonces prácticamente actuaba día sí día no, entrando y saliendo de las comisarías y los juzgados con total impunidad. De hecho, la situación había llegado a tal punto, que los taxistas, sabiendo que les robaría igualmente, habían decidido dejar los coches abiertos para que así no fuera necesario romper el cristal y al día siguiente pudieran cogerlo para ir a trabajar. Finalmente, después de la última detención, el hombre ha acabado ingresando en prisión después de que fuera él mismo quien pidiera poder dormir entre rejas.