Se ha hecho viral en las redes el enfrentamiento entre un motorista y un taxista en la B-20, en la ronda de Dalt de Barcelona. Como se puede ver en el vídeo, un motorista quiere adelantar a un taxi que hay en el carril de la izquierda y le hace luces, el coche lo deja pasar y después empieza a conducir temerariamente, cegándolo con las luces largas y poniéndose delante de él, cambiando constantemente de carril, para intentar provocar un choque. La Guardia Urbana de Barcelona lo investiga por un delito de conducción temeraria. El cuerpo no ha revelado más detalles sobre el investigado.
Los hechos tuvieron lugar a principios de agosto, durante la noche, cuando un motorista circulaba por la ronda de Dalt. Aunque no hay indicadores de velocidad, parece que el motorista iba a gran velocidad, considerablemente más rápido que el resto de vehículos, cuándo se puso en el carril de la izquierda, dónde había un taxi, y le hizo varias ráfagas de luz para indicarle que quería adelantarlo. El taxista, que llevaba a un pasajero detrás, cedió y se desplazó al carril del medio para dejar pasar la moto, pero en vez de dejarlo avanzar y seguir con su ruta, se enfadó con el motorista y empezó a circular temerariamente contra él.
Conflicto en la carretera
Tal como se puede ver en el vídeo del usuario @circuliperladreta en Instagram, el taxista se volvió a poner detrás del motorista con las luces largas para cegarlo, y se le pegó muy cerca, poniéndose a su lado sin ni llegar a cambiar de carril al principio. Poco después, el taxista se trasladó hasta el carril de la derecha y empezó a acelerar, adelantando a otro vehículo que circulaba por el carril central y, con el intermitente de la derecha activado, hizo un doble cambio de carril, pasando por el central y plantándose a la izquierda, unos cuantos metros por delante del motorista, y empezó a frenar. El motorista intentó esquivarlo cambiándose al carril central, pero el taxista lo imitó. Cada vez que el motorista intentaba cambiar de carril, el taxista lo copiaba para bloquearle el paso, pegándosele cada vez más. Finalmente, el motorista consiguió adelantar al taxista por la izquierda y el hombre del coche le sacó un objeto por la ventana, en principio un nunchaku, un arma japonesa que consiste en dos palos conectados por una cadena corta.
Después de que el vídeo se hiciera viral y llegara a las autoridades, la Guardia Urbana empezó una investigación hacia el taxista, por un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria, y también se lo ha denunciado administrativamente por infracciones contra el Reglamento Metropolitano del Taxi, que pueden comportar sanciones de entre 4.000 y 6.000 euros.