Los Mossos d'Esquadra están convencidos de que el hombre de 59 años que este sábado fue detenido por haber asesinado a su mujer, la Rachida Om Nassim, en Vic, en Osona (Barcelona), escondió el cadáver después de producirle la muerte. El cuerpo, aunque se han hecho registros en varios puntos de la comarca, también en su casa, no ha aparecido. El único hilo que tienen ahora mismo los investigadores de la Unidad Central de Personas Desaparecidas de la DIC de los Mossos es las contradicciones del hombre y unos restos de sangre que se encontraron en el maletero del vehículo del hombre y que hacen pensar a los investigadores de este caso bajo secreto de sumario que mató la Rachida, voluntariamente o no, y después la trasladó para ocultarla y evitar que fuera descubierta. Los Mossos, no obstante, el pasado sábado lo detuvieron en Vic, antes de que pudiera coger un vuelo hacia Marruecos.

Ya tenía los vuelos comprados y la policía sospecha que su intención era escapar. Cabe recordar que Marruecos es un lugar donde una eventual extradición sería muy complicada y sería fácil que el hombre, si tuviera que volver a Catalunya, lo hiciera. Él aseguró a la jueza que no tenía ninguna intención de escapar, que hubiera vuelto a Vic, pero nadie le cree. El hombre no tenía un trabajo fijo y se dedicaba a vender lo que iba recogiendo y la magistrada cree que puede escapar, como ya intentó, si quedaba en libertad durante la instrucción.

Tras ser detenido, el hombre no declaró en comisaría, pero sí que lo hizo cuando este lunes fue entregado por la policía al juzgado de violencia contra la mujer de Vic. Asistido por el abogado de oficio, fue interrogado por la jueza, que preguntó directamente al hombre si había matado a Rachida, su mujer. Él lo negó. Mantuvo la versión que había dado a los Mossos el día 19 de abril, cuando se presentó en la comisaría para denunciar la desaparición de su mujer.

Escuela Pare Coll en Vic / GRS

Él mantiene, según han explicado fuentes de su defensa a ElCaso.com, que la mujer se marchó de manera voluntaria después de una discusión. Como no sabía dónde estaba, y de haberla visto por última vez por la zona de la estación de Vic -ellos vivían en la zona del Remei, al sur de la capital de Osona-, presentó la denuncia por si le había pasado alguna cosa. El hombre explicó a la jueza que cree que acabará volviendo, y si bien ha sido detenido y ya está en prisión, se mantiene tranquilo y sereno y no acepta que agrediera a su mujer; nunca lo había hecho, asegura. Oficialmente, según el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, no había ninguna denuncia previa por maltrato en el ámbito del hogar. Fuentes conocedoras de la familia aseguran que era ella quien gestionaba y se encargaba de todo el trabajo de casa y de la crianza de los cinco hijos; también de las gestiones habituales con los centros educativos donde iban o habían ido los hijos.

Una visita a la escuela del hijo desencadena la discusión

El día que la mujer desapareció, ambos, él y ella, habían ido a la escuela de Pare Coll, en el centro de la ciudad, para hacer unas gestiones relacionadas con su hijo menor de edad, un niño con Síndrome de Down. Al salir de aquel encuentro, y después de una discusión, que el hombre acepta, la mujer desapareció. Él niega haberle hecho daño. Tampoco vieron nada extraño los cuatro hijos mayores de edad que tiene la pareja. Ante la jueza, los cuatro aceptaron que el comportamiento del padre aquel día era normal y abonaron la tesis de la defensa, su madre ya se había marchado alguna vez de casa y había acabado volviendo.

Uno de los indicios que los Mossos tienen sobre la mesa, que hace pensar a la policía que el hombre la trasladó e hizo desaparecer, es la sangre de la mujer hallada en el maletero del coche. La defensa del hombre ha asegurado que hará falta que los informes forenses así lo confirmen y que, ahora mismo, tan solo son coyunturas de los investigadores. El detenido y su abogado de oficio han estado presentes en varios registros que se han hecho en varios puntos de la comarca para recoger indicios y también intentar localizar el cadáver, aunque sin éxito. El hombre se muestra en todo momento "sereno y tranquilo", asegura su abogado. La búsqueda de los Mossos para encontrar el cadáver continúa.

Búsqueda con perros para encontrar el cadáver

Este martes se desplegaron miembros de la Unidad Canina de los Mossos d'Esquadra en la zona para buscar en algunos puntos donde se cree que el hombre se podría haber deshecho del cadáver los días posteriores del 19 de abril, el último día que se la vio con vida y cuando el hombre presentó la denuncia ante los Mossos d'Esquadra. Los investigadores también están explotando los datos de la compañía telefónica del hombre por si pueden acotar más la localización de donde, supuestamente, abandonó el cuerpo de Rachida. Él mantiene que tiene que estar viva, que él no le hizo nada y que si aparece el cadáver se podrá confirmar, asegura, que él no ha tenido nada a ver. Los Mossos, la Fiscalía y la jueza lo ven muy diferente. El hombre, de momento, seguirá en prisión.