Este año se levantaba la polémica tras conocerse la identidad de los ganadores del Premio Planeta, tres hombres que habían escrito bajo el nombre de Carmen Mola. Y al calmarse las aguas tras el revuelo, nuevos casos han salido a la luz.

Sergi Puertas, el hombre que se hizo pasar por una joven

Un ejemplo es Sergi Puertas, un escritor que se ha hecho pasar por una joven de 25 años para publicar una novela, Estabulario, que finalmente ha comercializado a través de la editorial Impedimenta.

'Estabulario', de Sergi Puertas / Impedimenta

'Estabulario', de Sergi Puertas / Impedimenta

En una entrevista a El Confidencial, Puertas explicaba que se veía como "un señor que rondaba ya los 50 y que, a lo largo de los últimos 10 años, llevaba tres novelas enviadas a multitud de editoriales sin que nadie le respondiera jamás. Para entonces tenía ya bastante obra publicada, pero luego ya me fueron contando que, si no has tenido éxito, eso juega en tu contra".

En lugar de tener en cuenta las cifras de sus anteriores obras como factor para su poco éxito, decidió hacerse pasar por una chica joven para poder tirar pelotas fuera. "De perdidos al río, vamos a probar", confesaba.

Cambiar su identidad para que le publicasen un libro

En un alegato en el que asegura que las escritoras jóvenes tienen más posibilidades, pasa de puntillas por el hecho de que el propio editor, Enrique Redel, le pidiese explícitamente "que no figuraran en la solapa de Estabulario ni mis cuatro novelas publicadas ni mis demás libros".

Sergi sigue admitiendo en la entrevista: "Vi a un señor fracasado y entrado en años que cada tanto manda una novela nueva. Por demencial que pueda sonar, empecé a tener la impresión de que lo más disuasorio de mis manuscritos era que los firmaba yo".

Contratos con datos falsos y mentiras durante meses

Para sanar su trayectoria en declive, entonces, decidió "rescatar" -o robar- una foto de internet de una "chiquilla de 25 años" con la que creó una cuenta de Facebook y una de Gmail, para enviar su manuscrito a las mismas editoriales que no le habían respondido nunca cuando firmaba con su propio nombre, y tuvo éxito.

Finalmente, la respuesta del editor Redel de Impedimenta puso en marcha la publicación de los cuentos y el escritor no destapó el engaño hasta mucho tiempo después. "Llegué incluso a rellenar y firmar el contrato con datos inventados para ganar tiempo", detalla a El Confidencial.

De Sergi a "Lidia" para conseguir "más lectores"

Al descubrir el engaño, Redel se negó a seguir adelante por el proceso, aunque dos meses después decidió tenderle la mano de nuevo. Y Puertas prosiguió con su triquiñuela, que por suerte, fue frenada por el impresor, decidiendo al final que firmase con su nombre y no con el de "Lidia", la joven que había inventado y bajo cuya identidad pretendía publicar para conseguir "más lectores".

Y más allá de buscar redención con la confesión, asegura que lo hace para explicar a los autores de su quinta que se encuentran en la misma situación fracasada el porqué de su desengaño más allá de los motivos lógicos y evidentes.

Tras la publicación bajo el nombre Sergi Puertas en 2017, la web de Impedimenta confirma que se ha hecho una edición solamente. En el portal de reseñas de libros Good Reads, cuenta con una mediocre nota media de 3,5 estrellas sobre 5. Seguramente, como deja ver en la entrevista, habría llegado a las 5 estrellas si hubiese firmado como "Lidia".