Surrealista secuestro en Palma (Mallorca): dos jóvenes secuestran a un conductor porque "había chocado contra su coche". Además, lo han amenazado y lo han agredido.

Choque en una rotonda de Palma

Todo empezó cuando la víctima estaba conduciendo por el camino Salard y, al llegar a una rotonda, por causas que todavía se están investigando, tuvo un pequeño choque contra un coche en el que viajaban dos jóvenes.

"Nos tienes que pagar la reparación, nada de seguros, lo tienes que pagar ahora y en efectivo o te arrepentirás"

"Lo siento mucho. Asumo toda la responsabilidad y mi seguro lo cubrirá todo", decía el hombre que posteriormente será secuestrado. No obstante, esta explicación no convenció a los dos ocupantes del otro vehículo, de que lo empezaron a insultar y a amenazar por  los hechos: "Nos tienes que pagar la reparación, nada de seguros, lo tienes que pagar ahora y en efectivo o te arrepentirás", decían los jóvenes.

Dos jóvenes secuestran al conductor

Después, uno de los agresores subió al coche de la víctima y lo obligó a conducir hasta donde él decía en contra su voluntad, según informa Última Hora. Finalmente, llegaron hasta un mecánico de la calle Manuel Azaña y los dos secuestradores hablaron con el responsable del establecimiento y los tres dijeron que la víctima tenía que pagar 1.000 euros por la reparación. No obstante, el hombre se negó en todo momento diciendo que lo pagaría su seguro.

Detenido / GatoDesing

Dos hombres secuestran y amenazan a un conductor en Palma (Mallorca) / GatoDesign

Fue en este momento cuando los dos secuestradores lo siguieron amenazando y empujando, mientras el hombre seguía muerto de miedo. Cuando los dos jóvenes se despistaron, la víctima consiguió huir y llamar a la policía, que se desplazó hasta el lugar de los hechos y los detuvo. Posteriormente, el juez envío a uno de ellos a prisión. Los dos jóvenes fueron arrestados por varios delitos: detención ilegal, coacciones y amenazas, explica Última Hora.

Concentración de la familia de los acusados

Las dos detenciones provocaron gran indignación a las familias de los acusados, que se reunieron ante la Jefatura Superior de la Policía y se empezaron a comportar incívicamente hasta que, finalmente, los agentes se vieron obligados a dispersar la concentración de personas que se había formado.