Un turista de origen sueco ha sido secuestrado durante 23 días en Málaga. La Policía Nacional ha detenido a dos hombres, de nacionalidad siria y libanesa, respectivamente, por mantener encerrado durante casi un mes a la víctima y exigir a los familiares el pago de 500.000 euros en criptomonedas por el rescate. Lo mantuvieron encerrado en habitaciones con las manos engrilletadas y con un dispositivo de localización en el zapato para tenerlo siempre controlado, además de taparle el rostro con mascarillas y pasamontañas para que no los reconociera. Por el momento no han transcendido las motivaciones del secuestro o si se trataba de una persona escogida al azar.

Así fue el secuestro que duró 23 días

Todo comenzó en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, el tercero con más pasajeros de España hasta marzo y que cuenta con una ruta directa con Estambul (Turquía). El hombre había volado desde la ciudad turca hasta la capital malagueña para visitar a un amigo, pero a su llegada a la terminal fue recogido por una tercera persona que supuestamente había sido enviada por su amigo para recogerle y llevarle al hotel donde se hospedaba. Pero no fue así, ni por asomo. Tras ello, los familiares dejaron de tener noticias de él, hasta que días más tarde los dos secuestradores se pusieron en contacto con ellos para exigirles el pago de medio millón de euros en criptomonedas si querían volver a verlo.

 

Uno de los familiares denunció los hechos y la Policía Nacional inició una investigación que logró dar con la ubicación de la primera vivienda donde estuvo la víctima, aunque al llegar ya no había nadie. Los secuestradores cambiaban cada cinco días de domicilio, utilizando documentación falsa, vehículos de alquiler y alojamientos turísticos. Las indagaciones policiales continuaban mientras uno de los parientes del desaparecido, que residía en Estambul, seguía recibiendo llamadas telefónicas de los raptores.

Rescate y detención de los secuestradores en un restaurante de Málaga

El familiar que residía en la ciudad turca se desplazó hasta Málaga y la Policía Nacional estableció un dispositivo de rescate, facilitándole instrucciones concisas de la forma en que debía comunicarse con los secuestradores. Cinco días más tarde, y tras intensas negociaciones, lograron que los ahora arrestados acordaran poder realizar el pago en un restaurante de la capital malagueña. Los agentes establecieron un amplio dispositivo de vigilancia, mientras los captores escudriñaban la zona en busca de la posible presencia policial. No fueron capaces de detectarlos y entró uno de ellos con la víctima.

Una vez estaban todos en el restaurante junto al familiar de la víctima, los agentes de la Policía Nacional detuvieron a los dos secuestradores y liberaron al hombre que había pasado 23 días en cautiverio, principalmente en una vivienda de Fuengirola, en la misma provincia. El turista recibió asistencia médica y aportó datos esenciales que los llevaron hasta el domicilio citado anteriormente, donde intervinieron los teléfonos móviles, los grilletes utilizados para retenerlo y dispositivos de geolocalización.

Investigación abierta y prisión para los secuestradores

La investigación continua abierta y la Policía Nacional no descarta nuevos arrestos de lo que parece una organización criminal en la que participan más personas. Respecto a los dos detenidos, de origen sirio y libanés, la autoridad judicial decretó su ingreso en prisión. Están acusados de los delitos de secuestro, lesiones, organización criminal y contra la integridad moral.