Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 11 de agosto a un hombre que iba en una furgoneta robada y que dentro tenía cargadas dos motos que tampoco eran suyas. Los hechos tuvieron lugar en la C-55, concretamente en el punto kilométrico 25, que queda a la altura de Manresa, en el Bages. Dentro de la furgoneta había dos personas, pero una de ellas, el conductor, consiguió escapar. El copiloto, un hombre de 36 años con 12 antecedentes previos, fue detenido por delitos de hurto de vehículos, resistencia a la autoridad y falsificación documental. En su habitual exceso de celo, Los Mossos d'Esquadra no han querido revelar la nacionalidad del detenido.

Hacia la una y media de la madrugada, una patrulla de Tráfico de los Mossos paró una furgoneta en un control en la C-55 y pidió a los dos hombres que había dentro del vehículo que abrieran las puertas de atrás para poder ver la carga, y, cuando parecía que el copiloto iba a bajar, la furgoneta arrancó de golpe e inició su fuga. Los agentes no tardaron en reaccionar y empezaron una persecución con los fugitivos. Poco después, vieron el vehículo abandonado a el arcén de la carretera i, al acercarse, vieron que los dos hombres habían dejado la furgoneta y se habían escondido en algún lugar. Después de una búsqueda, pudieron encontrar a uno de ellos, el copiloto, escondido en unos matorrales de la zona. El hombre se resistió a la detención, pero no pudo evitarla, mientras que el conductor había conseguido huir sin dejar rastro.

Dos motos robadas y la furgoneta robadas

Los agentes abrieron la parte posterior de la furgoneta y encontraron dos motos, que después de unas comprobaciones, descubrieron que habían sido robadas, y no eran los únicos vehículos en esta condición. La furgoneta que conducían tampoco era tampoco suya, sino que lo habían hurtado y, además, le habían cambiado la matrícula. Por estos hechos, se acusó el detenido de tres delitos de hurto de vehículos, un delito de resistencia a la autoridad y otro de falsificación documental. De momento, no ha pasado todavía a disposición judicial, ya que queda a la espera de que se capture su cómplice y se pueda dar por cerrada la investigación.