Un hombre ha sido detenido en Martorell esta madrugada y, según ha podido saber ElCaso.com, ha acabado en prisión por varias órdenes de detención que tenía pendientes. El arrestado, un hombre de 36 años de nacionalidad marroquí, estaba sentado en un banco a las cinco de la madrugada cuando pasaban unos agentes haciendo patrullaje preventivo y, al verlos, los ha saludado. El comportamiento ha extrañado a los agentes y, al identificarlo, han visto que tenía diez órdenes de búsqueda y detención pendientes, lo han arrestado y ha terminado entrando en la prisión.
Los hechos han tenido lugar a las cinco de la madrugada en Martorell, en el Baix Llobregat. Unos agentes de los Mossos d'Esquadra estaban llevando a cabo una tarea de patrullaje preventivo cuando han visto a un hombre sentado en un banco, que los ha saludado. La actitud les ha parecido sospechosa, principalmente por la hora que era, y han decidido acercarse al individuo. Cuando se han encontrado, los agentes lo han identificado y se han llevado una gran sorpresa. El hombre del banco tenía diez órdenes de detención pendientes, y cuatro de ellas eran de ingreso a la prisión. El hombre acumulaba 54 antecedentes, principalmente por delitos de robo con fuerza, robo con violencia y receptación, que consiste en aprovecharse de un delito que ha cometido otra persona en lugar de denunciarlo, y que está castigado con hasta dos años de condena. Al identificar al sospechoso, los agentes lo han arrestado inmediatamente y se lo han llevado en comisaría, y más tarde ha acabado ingresando en la prisión.
El rapero Cecilio G acaba en la prisión para irse a renovar el DNI
Este no ha sido el único caso de un hombre con órdenes de detención pendientes de que se ha acercado como si nada a la policía y ha acabado entre rejas. Lo mismo le pasó a Cecilio G, un rapero que fue a denunciar la pérdida de su DNI a una comisaría de los Mossos d'Esquadra, quien no debió recordar que tenía una orden de detención pendiente por un delito de robo violento. Un agente lo identificó y, después de comprobar que la orden de detención seguía vigente, lo detuvo, enviándolo a la prisión para cumplir la condena de veinte meses.