Lo que tenía que ser un control de tráfico rutinario para prevenir el consumo de alcohol y drogas al volante acabó con la detención de un asesino sobre quien pesaba una orden de detención internacional emitida por Italia. Los hechos tuvieron lugar a finales de junio en Blanes (Girona), donde cuatro patrullas tenían montado un dispositivo en la carretera GI-682, concretamente en la rotonda que da acceso al Hospital Comarcal de Blanes. Durante el control, pararon un vehículo y pidieron al conductor que bajara, se identificara y enseñara su permiso de conducir. No obstante, cuando los agentes vieron los documentos comprobaron que eran falsos.

Un asesino reclamado por Italia

Los agentes de la Policía Local de Blanes le comunicaron al conductor que la documentación que acababa de entregar era falsa y que, por este motivo, quedaría detenido y sería trasladado a las dependencias policiales. En este momento, el hombre, que había bajado del vehículo, empezó a correr para huir del lugar y atravesó la carretera a pie mientras varios agentes lo perseguían a la carrera. Finalmente, a unos 700 metros de donde se había montado el control de tráfico, lo pudieron parar y lo detuvieron por los delitos de conducción de un vehículo de motor sin haber obtenido nunca el permiso de conducir, falsedad documental y ruptura de una medida cautelar.

Los agentes lo trasladaron a comisaría y, gracias a las huellas dactilares, pudieron saber quién era en realidad y todo el historial delictivo que acumulaba en su espalda, incluido un antecedente por asesinato. Además, se pudo comprobar que sobre él pesaba una orden europea de detención emitida en Italia y otro requerimiento por parte de una unidad de investigación de los Mossos d'Esquadra. Una vez ya detenido, pasó a disposición judicial y el juez decretó su ingreso en prisión.