Técnicos del Instituto Anatómico Forense realizan la autopsia de Rocío Caíz, la menor asesinada por su expareja de 23 años en Estepa, Sevilla.
Adrián N., tras varios días alegando que era inocente, se entregó a la Guardia Civil y confesó haber matado y descuartizado a la menor, de 17 años y madre de un bebé de cuatro meses.
Recuperan el cuerpo descuartizado de Rocío Caíz
Los restos mortales de Rocío Caíz, una menor de 17 años y madre de un bebé de cuatro meses, que llevaba desaparecida una semana, han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense para realizarle la autopsia y poder confirmar "fehacientemente" que pertenecen a la joven asesinada y descuartizada, según ha asegurado este viernes el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.
En declaraciones a los periodistas, Fernández ha señalado que la investigación sigue abierta y que el autor confeso de los hechos, Adrián N., de 23 años, permanece en dependencias de la Guardia Civil tras entregarse este jueves en el cuartel de la Policía Local del municipio de Herrera y admitir que había matado y descuartizado a su exnovia.
Asesinada por su exnovio en Estepa
El delegado también ha confirmado que los restos han aparecido en "distintos emplazamientos y bolsas" en el municipio de Estepa, donde los agentes fueron, guiados por el presunto asesino, que días atrás había comprado una motosierra.
La sospecha crecía tras las declaraciones de varios testigos, que aseguraban haber visto a Rocío entrando en el edificio en el que vivía su expareja y padre del bebé, Adrián.
Este joven de 23 años y nacionalidad rumana, pasará a disposición judicial transcurrido el plazo legal de 72 horas, y en estos momentos se está "confeccionando el correspondiente atestado incorporando todos los elementos fruto de la investigación", añadía Fernández.
Asesino confeso y una motosierra
Además, aseguraba que "se irán conociendo más detalles a medida que se vayan esclareciendo los hechos" y felicitaba a la Guardia Civil por su trabajo, ya que el presunto autor de los hechos se entregó voluntariamente "ante la presión y el conocimiento de que estaba siendo completamente acorralado e iban a detenerlo".
Finalmente, ha concluido el comunicado mostrando su "repulsa total y absoluta" por estos hechos "tan sumamente luctuosos, que se enmarcan en la violencia de género, pero que además tienen un plus de ensañamiento por cómo se han producido" y reafirmando su "apoyo absoluto y calor y cariño a toda la familia".
La joven, de 17 años y madre de un bebé de cuatro meses junto al detenido, había desaparecido el pasado día 3 tras acudir a la casa a recoger un carrito del pequeño y, al no regresar, la familia denunció su desaparición al día siguiente.
Mensajes falsos y su perfil de Facebook fueron claves para poner al joven en el punto de mira como principal sospechoso y ahora asesino confeso.