Los ladrones cada vez se inventan maneras más enrevesadas para evitar acabar detenidos. Este viernes, un ladrón que acababa de robar una cadena de oro ha acabado esposado en urgencias, después de tragarse el botín cuando lo iban a detener los agentes de la Guardia Urbana de Lleida. Los hechos han tenido lugar de madrugada, en las puertas de la discoteca Biloba. Un joven que se encontraba en el exterior del local con sus amigos ha sido víctima de un robo cuando un individuo se le acercó y le arrancó la cadena dorada de un tirón.

Inmediatamente después de los hechos, el chico fue en busca de una patrulla de la policía municipal, y les explicó lo ocurrido. Al volver al sitio de los hechos, sorprendentemente, el ladrón seguía rondando por los alrededores, sin duda al acecho de más posibles víctimas. Cuando vio que se le acercaban los policías, intentó huir, pero fue pillado al cabo de pocos minutos. Al registrarlo, los agentes no le encontraron la cadena, que además llevaba una cruz colgada; el delincuente acababa de tragársela.

Visita a urgencias para recuperar la cadena robada

Los agentes peinaron la zona, pensando que quizás había tirado la joya por la calle, pero no encontraron nada. También le hicieron abrir la boca, pero la cadena no aparecía. Finalmente, el ladrón empezó a encontrarse mal, con dificultades para respirar, y la Guardia Urbana averiguó que se había tragado la cadena, cruz incluida, según han explicado en el diario Segre. Ante estos hechos, lo detuvieron y trasladaron a urgencias del hospital Arnau de Vilanova para que se la pudieran sacar.

La radiografía que le hicieron reveló que, efectivamente, tenía la cadena atascada en el esófago. El ladrón tuvo que quedarse ingresado durante toda la noche, a la espera de que la cadena saliera de manera natural. En caso contrario, se le tendrá que someter a una intervención quirúrgica para recuperar la cadena de oro y poder devolvérsela a su legítimo propietario.