La Guardia Urbana de Barcelona recibió este miércoles, 10 de septiembre, a las seis de la mañana, un aviso en que se pedía su intervención a causa de un escape de agua en una escuela del barrio de Baró de Viver. La emergencia alertaba de que el agua se estaba esparciendo por varias instalaciones del centro y que había que actuar con rapidez para evitar que la escuela sufriera desperfectos y pudiera abrir a las nueve de la mañana con total normalidad.

Cuando la patrulla del districte de Sant Andreu llegó al centro educativo empezó a inspeccionar el recinto y vio que el origen del escape era la manipulación de la cañería de agua, de la cual faltaban partes. Durante la inspección ocular del recinto, los agentes vieron que había un hombre escondido en el tejado de la escuela. Al hacerlo bajar, identificaron al individuo, que confesó que había subido al tejado subiéndose por la pared. Los agentes registraron la bolsa que llevaba en la mano, y comprobaron que había tubos dentro. El sospechoso, la nacionalidad y la edad del cual no se han querido facilitar, admitió que había cortado los trozos de cañería para después venderla como chatarra. El individuo pretendía obtener un beneficio económico rápido sin tener en cuenta los graves perjuicios que podía causar en el centro, tanto por el daño en la instalación como por el riesgo de interrumpir el servicio de agua en horario escolar.

Delito de hurto y daños contra el patrimonio

Los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona detuvieron al hombre como supuesto autor de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa y decomisaron la bolsa que llevaba, que contenía 25 metros de la cañería cortada en trozos pequeños para poder llevarla sin levantar sospechas.