Los Mossos d'Esquadra han abierto diligencias a un hombre por robar una piscina de exposición que había en el arcén de la carretera C-17, en el municipio de Tona (Barcelona). El pasado 8 de abril, la empresa propietaria, que hacía años que la tenía expuesta en este punto de la vía, descubrió que había desaparecido. La madrugada anterior alguien la había robado sin que nadie se diera cuenta de ello. Además, desde el principio se sospechó que era un robo premeditado y nada fácil de cometer, ya que la piscina hacía seis metros de longitud y tres de anchura, pesaba más de 500 kilos y estaba bien atada y apoyada sobre un soporte de hierro.

El ladrón pagó la piscina al ser descubierto

Los propietarios de la empresa denunciaron los hechos en una comisaría de los Mossos d'Esquadra, que abrieron una investigación para aclarar el robo. Al comprobar las imágenes de las cámaras de videovigilancia que había por la zona, con varias naves industriales en los alrededores, pudieron ver que se lo había llevado un camión grúa y contactaron con su propietario, un hombre que no reside en la comarca donde se cometió el robo. Los agentes lo citaron a declarar para saber quién era la persona que conducía en aquel momento y aclarar los hechos, pero el hombre no se presentó en comisaría, sino que contactó directamente con la empresa propietaria de la piscina y se ofreció a pagarla. Además, también se ofreció a compensar económicamente los daños provocados, ya que durante el robo rompió la valla metálica del solar.

Aunque finalmente la haya pagado, y más cara que si lo hubiera hecho desde el principio como un cliente normal, el robo ya había sido cometido y los Mossos d'Esquadra han abierto diligencias, que han sido trasladadas al juzgado correspondiente para que determine qué pena le corresponde. El hecho de haber abonado finalmente la piscina y haber reparado los daños, solo le servirá para poder rebajar la condena que le espera.