Aunque cada vez hay más gente que paga con tarjeta de crédito, todavía queda mucha gente que paga en efectivo. Normalmente, lo hace en billetes y cuando les devuelven el cambio, guardan las monedas de céntimos en la cartera. Como no tienen un gran valor por sí solas, no las acostumbran a utilizar para pagar y poco a poco se van acumulando haciendo más fastidio que servicio. Pero conviene mirar de vez en cuando aquellas monedas que empieza a coger polvo porque nos podríamos llevar una gran sorpresa si es alguna edición poco común y en realidad tiene un valor mucho más alto del que tenía cuándo la crearon. Como pasa con las antiguas pesetas, los expertos en numismática y los coleccionistas de monedas pueden pagar grandes cantidades por aquellos ejemplares únicos., sobre todo si se mantienen uno en buen estado de conservación y no están sucias y envejecidas. Es el caso de algunas monedas de 10 céntimos, por las cuales se pueden llegar a 80 euros y en los casos más extremos hasta 900.
Dos monedas alemanas entre 700 y 900 euros
Las dos monedas de 10 céntimos que tienen más valor para los coleccionistas se acuñaron casualmente en el mismo país y el mismo año. En Alemania el año 2002. En el caso de la primera se pueden llegar a pagar 900 euros en portales como Foronum, Etsy o Ebay siempre que esté en perfecto estado. Son ejemplares que ya no están en circulación, ya que se retiraron del mercado por un error de impresión en que los bordes salieron irregulares. Estas monedas se pueden identificar porque tienen imprimida la puerta de Brandeburgo en el reverso y presentan irregularidades. En cambio, por la segunda moneda se pueden llegar a pagar 700 euros. En este caso, también tienen un defecto de acuñación que hace que tengan un color similar a una moneda de 5 céntimos y presente defectos en el anverso y el reverso.
Una moneda de 10 céntimos española por 80 euros
Lejos de las cantidades que se pueden llegar a pagar por las monedas alemanas, hay otra moneda acuñada en España el año 2009 por la cual se puede llegar a pagar unos 80 euros. No es tanto como las anteriores, pero mucho más del valor que tenía realmente cuándo salió de fábrica. En esta ocasión, el defecto de que va que esta moneda tenga un alto valor es el error de impresión que hace que la acuñación esté muy desviada. Existen pocos ejemplares de esta moneda, y por eso son bastante caras.
