Siempre es mejor mirar dos veces las monedas que llevamos encima. Hay una de 20 céntimos, concretamente, que por un error de acuñamiento puede venderse por más de 1.500 euros en tiendas especializadas de numismática, expertos o coleccionistas. Se trata de un exceso de metal en la cara del escritor español mundialmente reconocido Miguel de Cervantes. Por ello, aunque los pagos con tarjeta han sustituido poco a poco al efectivo, recomendamos abrir la cartera y buscar entre las monedas más antiguas.

Un error de 1999, de las primeras monedas en acuñarse

El euro sustituyó a la peseta en 2002. Fluctuaron conjuntamente desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de aquel año. No obstante, también hay que recordar que el acuñamiento necesita tiempo, por ello España empezó a producir la nueva moneda en 1999, como también hicieron otros estados de la Unión Europea como Bélgica, Países Bajos, Francia y Finlandia. La primera edición tuvo una peculiaridad: era completamente diferente a sus sucesoras. Sin embargo, no todas tuvieron un exceso de metal en la cara de Miguel de Cervantes, solo unas pocas, por eso es muy recomendable mirar la cartera o la caja donde las tengas guardadas para ver si realmente tenemos en casa una moneda de 20 céntimos que vale más de 1.500 euros.

Los coleccionistas están dispuestos a pagar mucho dinero por este error de acuñamiento, aunque solo sea un exceso de metal en la oreja y cabeza del dramaturgo y escritor español. Entre las subastas que hay en Internet, las podemos comprar por hasta 1.575 euros, aunque algunos portales las ofrecen por un importe inferior, pero que rondaría los 200 o 300 euros. Esto supone una sobrevalorización en comparación con el valor real de la moneda que, recordemos, a diferencia de lo que sucede con las pesetas vendidas, todavía se encuentra en curso legal. Por lo que parece, algunos de los 20 céntimos ofrecidos también tendrían un exceso del número 2 en la parte de la cruz.