Tan solo dos minutos, este ha sido el tiempo necesario para robar cuatro motos de un concesionario en Torroella de Montgrí, en el Baix Empordà. El propietario del establecimiento ha denunciado los hechos a las redes después de que el pasado jueves 18 de septiembre cuatro hombres se colaran en el local hacia las doce menos cuarto de la noche e, ignorando la alarma de seguridad se llevaran los vehículos después de destrozar la puerta de entrada. Los Mossos d'Esquadra investigan los hechos, pero de momento no han sido capaces de identificar ni detener a los ladrones.

 

Tal como revelan las cámaras de seguridad, un grupo de cuatro personas, todos ellos totalmente tapados, entraron a robar en el concesionario Big Moto, situado en la carretera de L'Estartit 149 – 151, en un polígono industrial del municipio ampurdanés. Para conseguir entrar, los ladrones utilizaron una especie de martillo grande y contundente para reventar la puerta de entrada, hecha de cristal, y crear un agujero lo bastante grande para poder entrar y después sacar las motos. Los delincuentes no perdieron el tiempo, entraron rápidamente en el local, seleccionaron cuatro motos y las empujaron, sin ponerlas en marcha, para sacarlas fuera del local. Toda esta actuación se hizo rápidamente, en menos de dos minutos, y cuando el propietario llegó al lugar de los hechos, unos doce minutos después de que le saltara la alarma, ya no encontró ningún rastro ni de los vehículos robados ni de los ladrones. Se sospecha que los autores de los hechos tenían alguna furgoneta o algún otro vehículo donde poner las motos para huir velozmente, ya que, según ha podido saber ElCaso.com, tres de las motos no tenían gasolina en el depósito y, por lo tanto, no se podían encender de ninguna forma. Aun así, revisando las cámaras de otros negocios de la zona, se ha visto a los ladrones empujando las motos, pero en ningún momento aparece ninguna furgoneta o vehículo similar donde las carguen.

Motos valoradas en 22.000 euros

El hombre ha denunciado los hechos tanto a las redes sociales, pidiendo la máxima difusión posible, como a los Mossos d'Esquadra, cuerpo que actualmente busca a los delincuentes, de momento, sin resultados. Por ahora, las cuatro motocicletas, con un valor aproximado de 22.000 euros, como adelanta el Diari de Girona, siguen desaparecidas. Tres de las motos robadas, una Beta 125 RR Race, una Beta RR 50 Motard Track y una Kove NK 125, son nuevas, mientras que la cuarta, una Gas Gas, era de un cliente que la dejó en la tienda para que la repararan. Afortunadamente, el concesionario tenía los vehículos robados asegurados, según ha podido saber ElCaso.com, pero resta por ver qué compensación recibirán.