Un año después, el chalé de la marihuana de Riudarenes, en la Selva (Girona), ha vuelto a caer. En febrero de 2024, la Guardia Civil desmanteló un cultivo de droga ubicado en esta casa aislada de la urbanización de Can Fornaca. Ahora, lo han vuelto a hacer. El pasado 13 de septiembre, el cuerpo armado tuvo conocimiento de que en el mismo domicilio donde meses antes habían intervenido 1.024 plantas de marihuana y siete kilos de cogollos secados, se había reactivado la actividad ilícita. Así pues, se abrió una investigación, bajo el nombre de operación Vinmel, y se realizaron diversas indagaciones para confirmarlo.
Una vez recogidos suficientes indicios, se pidió autorización para poder entrar en el Juzgado de Instrucción 2 de Santa Coloma de Farners. Con el visto bueno del juez, se realizó una entrada y registro en el inmueble y descubrieron que habían montado una nueva instalación completa para el cultivo de cannabis, con 350 plantas y 21,7 kilos de cogollos secos preparados para distribuirlos, una cantidad bastante inferior a la que se encontró en la primera ocasión. Además, también se encontraron diversos aparatos y productos para favorecer el cultivo de la droga y se pudo comprobar que, como suele ser habitual en este tipo de plantaciones, se había realizado una conexión ilegal a la red eléctrica.
Detenido el responsable de la plantación
Ante las pruebas que se encontraron dentro del domicilio, se detuvo al presunto responsable de la plantación, un hombre español de 41 años de quien no se ha facilitado si tenía antecedentes previos, como presunto autor de un delito contra la salud pública por cultivo y elaboración de drogas y por un delito de defraudación de fluido eléctrico por tener la luz pinchada.

