Muchas familias llevan tiempo alertando de la peligrosidad de los challenges (retos) virales que abundan en internet y que ponen en riesgo la vida de muchos jóvenes. Las alarmas saltaron con el reto de la 'ballena azul' —que suponía una realización de una lista de unos 50 pasos cuyo reto final era tirarse desde lo alto de un edificio para quitarse la vida—, el 'abecedario del diablo' —pinchar con un objeto punzante a alguien mientras recita las letras del abecedario—, el 'rompebocas' —una persona se acerca por detrás de otra y la engancha con una prenda de ropa o cuerda por delante de los tobillos y tira hacia atrás— o el 'carbon challenge' —meter la cabeza en una bolsa de carbón—.
A pesar de todos estos retos virales que han demostrado ser arriesgados, parece ser que los jóvenes no aprenden y quieren experimentar riesgos, como es el caso del pequeño Archie Battersbee, de 12 años, que falleció el pasado sábado después de que los médicos le desconectaran del soporte vital. Después de este terrible suceso, los ciudadanos nos preguntamos qué estamos haciendo mal y si no se puede hacer nada al respecto. Porque todos esos retos pueden provocar la muerte, o lesiones graves, en quienes los practican. Y no es la primera vez que un reto viral causa la muerte de menores que se extralimitan a la hora de realizar el desafío. Ni siquiera es la primera vez que sucede con este reto con el que Archie ha perdido la vida: el Blackout Challenge.
¿Qué hay detrás del reto Blackout Challenge? Asfixia y desmayos
El 'Blackout challenge' -o 'desafío del apagón'- es un reto que consiste en aguantar la respiración hasta no poder más y desmayarse. A todo esto, una parte del reto consiste también en grabarse mientras se aguanta la respiración. Este challenge, que ha calado fuerte en los más jóvenes y se ha viralizado en gran parte del mundo, ya ha dejado varios menores fallecidos, como dos niñas estadounidenses de 8 y 9 años. Ahora, a estas muertes se suma la de Archie Battersbee, de 12 años, al que la Justicia británica ha ordenado retirar este martes el apoyo vital que le mantenía con vida desde que el pasado 7 de abril fue encontrado inconsciente en su vivienda con una cuerda atada en el cuello.
Aceptación en redes sociales
A todo esto, nos preguntamos cuál es el objetivo de este reto y qué sentido tiene hacerlo. Además de querer experimentar fuertes sensaciones, los jóvenes buscan aceptación social. En una era, como la digital, donde se da mucha importancia a presumir en redes sociales, no es nada raro que los jóvenes realicen este tipo de retos virales y se graben para colgarlo en sus plataformas para llegar a millones de usuarios y así conseguir visualizaciones y 'me gusta'.
El reto tiene mucha más historia, de hecho, no es propio de esta era digital, ya que se remonta al año 1995. Según un informe del Centro de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, cifró en más de ochenta los adolescentes muertos por este reto entre 1995 y 2008. Ahora, ha vuelto a reponer más fuerzas gracias al increíble alcance de la plataforma de TikTok. Existen más casos de menores de 14 años que han muerto intentando este reto tras conocerlo por TikTok. Además de Archie y las dos niñas estadounidenses, hay un chico de 14 años en Australia, una niña italiana de 10 años, y dos niños de 12 años de Colorado y de Oklahoma. Más cerca, en España, también se ha dado a conocer este peligroso reto, cuando el pasado mes de mayo un adolescente tuvo que ser hospitalizado tras intentar realizarlo. En este caso fue un compañero del instituto el que le practicó el ahogamiento tras verlo por TikTok.
La muerte de Archie, un impulso para reaccionar
Desde el pasado 31 de mayo, Archie ha estado conectado a un sistema de soporte vital y a un respirador artificial después de que le diagnosticaran muerte cerebral. Los médicos advirtieron a los padres que el niño presentaba daños irreversibles y que seguramente no despertaría nunca. Pasaban los meses y los padres de Archie no perdían la esperanza. Sin embargo, el hospital les comunicó la intención de desconectar al menor, por lo que los padres decidieron llevar el caso a los tribunales británicos, pero sin éxito. La muerte de Archie ha sido inevitable y el pasado sábado por la mañana, la Corte de Apelaciones del Reino Unido rechazó posponer la retirada del apoyo vital y el chico fue desconectado de la máquina, muriendo pocas horas después.