El calvario de la familia de Archie Battersbee finalmente ha acabado, a pesar de haber sido en contra de su voluntad. Después de una intensa y larga lucha contra la justicia británica, la familia del menor se ha visto obligada a desconectarlo del soporte vital que, desde el mes de abril, lo mantenía vivo. El niño, de solo 12 años, quedó inconsciente una tarde de abril, después de haber participado en un peligroso reto viral que también ha costado la vida a otros menores. Desde entonces, Archie ha sido conectado a un sistema de soporte vital y a un respirador artificial, con un pronóstico nada optimista: el cerebro del niño presentaba daños irreversibles, y los médicos estimaban, ya desde el principio, que no volvería a despertarse nunca. Sus padres y hermanos, sin embargo, no perdían la esperanza; por este motivo, cuando el hospital les comunicó la intención de desconectarlo, llevaron el caso a los tribunales británicos. Eso, sin embargo, solo ha servido para alargar lo que finalmente ha sido inevitable, y que ha sucedido la mañana de este sábado, 6 de agosto: Archie ha sido desconectado del soporte vital y ha muerto pocas horas después.
Hollie Dance, la madre de Archie Battersbee, ha confirmado la trágica muerte de su hijo
Ha sido la madre de Archie Battersbee, Hollie Dance, la que ha comunicado a todas aquellas personas que seguían de cerca el caso la trágica muerte de su hijo de 12 años. Dance ha comparecido en las puertas del Royal London Hospital, donde ha pasado los últimos cuatro meses de su vida y, muy consternada y entre lágrimas, ha dicho que "su precioso hijo pequeño" ha muerto poco después del mediodía, añadiendo que "Archie ha luchado hasta el final y estoy muy orgullosa de ser su madre". Hollie ha concluido su aparición expresando que desea que "ninguna familia pase por lo mismo que nosotros".
Según ha trascendido, los sanitarios han retirado los medicamentos del niño a las 10:15 horas de esta mañana (las 11:15 horas en España), y ha muerto dos horas después, a las 12:15 (las 13:15 horas en España), cuando finalmente lo han desconectado del soporte vital. Los medios locales afirmaban que la madre de Archie había dicho que, llegado el momento de desconectarlo, ella misma le practicaría la respiración boca a boca, pero no se ha hecho público si eso finalmente ha sucedido.
El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos rechazó el caso
La familia está muy afectada porque, después de un largo tira y afloja con los tribunales británicos, la batalla no ha satisfecho sus deseos. El mismo mes de abril, cuando Archie hacía pocas semanas que estaba ingresado, los sanitarios informaron a la familia de que lo óptimo era desconectarlo, porque su estado era de "muerte cerebral" y mantenerlo conectado era inútil. La familia lo rechazó; desde entonces, han estado entrando y saliendo de los juzgados y del hospital, porque este último llevó el caso a los tribunales. Los jueces el uno detrás del otro, han dado la razón en el centro médico, mientras la familia Battersbee se desesperaba y denunciaba públicamente el trato que estaban recibiendo, quejándose de que "muchos enfermos de COVID-19 habían sido conectados más tiempo", y pidiendo más tiempo para su hijo. Después del último reverso de la justicia, la familia quiso llevar el caso al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH), pero la institución lo rechazó, dando así la razón a los tribunales británicos.
La justicia británica tampoco concedió el último deseo de la familia Batterbsee: trasladar a Archie del hospital para una muerte digna
Cuando la familia supo que había perdido la batalla contra la justicia británica, solicitó trasladar a Archie del hospital a un hospicio, para que muriera de forma digna, con privacidad y sin médicos o cables alrededor. No obstante, el hospital dijo que trasladar al niño suponía un riesgo muy elevado porque su estado seguía siendo muy delicado, y cualquier movimiento podía ser fatal. De nuevo, la familia se quejó a los tribunales, los cuales, para variar, volvieron a dar la razón a los sanitarios. Así pues, la dura guerra de los Battersbee contra la justicia ha concluido y el niño, a pesar de todo, ya descansa en paz.