Captados y engañados en Albania, traídos a Barcelona y de ahí distribuidos por Catalunya para utilizarlos como esclavos en las plantaciones de marihuana. La Policía Nacional ha conseguido liberar a dos personas que se encontraban recluidas en dos cultivos de cannabis en Castellbisbal y Molins de Rei. Ambos eran de nacionalidad albanesa, según han explicado fuentes policiales a ElCaso.com, y habían sido traídos desde su país de origen por medio de promesas incumplidas por compatriotas que, más tarde, descubrirían que pertenecían a una gran organización ubicada en las zonas costeras catalanas. Por todo ello, los investigadores han realizado 28 detenciones, todos albaneses y uno de nacionalidad española que servía de cabecilla regional. Están acusados de los delitos de trata de seres humanos, entre otros graves.

Armas, marihuana, trata de personas y 28 detenidos

La investigación ha sido larga y se inició en febrero de 2023, cuando los agentes se localizaron y registraron dos plantaciones de marihuana ubicadas en naves industriales en las localidades barcelonesas de Castellbisbal y Molins de Rei. Fue entonces cuando se liberó a los albaneses engañados y traídos para encerrarlos en un régimen de semiesclavitud en las plantaciones de marihuana a través del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Poco después, durante una operación que ha durado más de un año, según han explicado fuentes policiales a este medio, hasta el pasado junio, se arrestó a 28 personas, de nacionalidad albanesa y un testaferro español, y la Policía Nacional descubrió que la venta de la droga se realizaba mayoritariamente en Calafell. Cuatro de los detenidos han ingresado en prisión.

 

La Policía Nacional ha intervenido 13.218 plantas de marihuana y 1.308,79 gramos de hachís. Además, se calcula que la defraudación del fluido eléctrico asciende a 1.950.000 euros y encontraron dos armas largas, una corta y cartuchos de 9mm junto a 35.320 euros en efectivo y un total de ocho documentos de identidad falsos. Pero, ¿cómo captaban a sus compatriotas en Albania y en qué condiciones vivían en los cultivos? 

Así los engañaban para malvivir en las plantaciones catalanas

La mafia albanesa estaba perfectamente estructurada con unos roles muy definidos, aunque uno de los cabecillas era de nacionalidad española y se ocupaba de localizar las naves industriales, gestionar los alquileres y comprar todo el material necesario para la plantación. Aun así, los grandes líderes albaneses eran los que daban las órdenes y favorecían que una ramificación de la organización captara en Albania compatriotas para estar las 24 horas necesarias de cuidado y vigilancia de los cultivos de Castellbisbal y Molins de Rei. Aunque estos jardineros, a la vez, eran despojados de todos sus enseres y vigilados periódicamente.

Aunque hasta llegar al punto de estar recluidos casi como esclavos en las plantaciones de marihuana catalanas, primero los engañaban antes de salir de Albania. Una de las víctimas, según han explicado fuentes policiales, manifestó que se encontraba encerrada y que había sido engañada en su país de origen por un compatriota que le prometió trabajo en España en un lavado de coches. El hombre aceptó, dado que su mujer e hijo dependían económicamente de él. Así le compraron un billete de avión y poco después de aterrizar lo trasladaron al cultivo, donde le quitaron sus pertenencias, entre los que se incluye el pasaporte y el teléfono móvil, amenazándolo con hacer daño a su familia si no hacía lo que le decían.

Tres meses estuvo el hombre encerrado en la plantación, cuidando las plantas y vigilando, a la vez que era vigilado y tenía un teléfono con un único número grabado. La Policía Nacional lo rescató, de la misma manera que lo hizo posteriormente a otro nacional albanés, aunque a este lo engañaron diciéndole que cultivar marihuana era una actividad legal en España. Pero, por si sospechase en algún momento, también le quitaron todas sus pertenencias, incluido el pasaporte. Las dos víctimas vivieron varios meses solos en diferentes naves industriales de Castellbisbal y Molins de Rei, sin poder salir al exterior, sin luz natural ni ventilación y comiendo únicamente lo que les proporcionaban de vez en cuando algún miembro de la mafia albanesa afincada en Catalunya.

Vínculos con la inmigración ilegal

Aunque, según han explicado fuentes policiales a ElCaso.com, eran los miembros de la organización desarticulada los mismos que se encargaban de la captación de albaneses para hacerlos entrar ilegalmente y esclavizarlos, esta mafia tenía vínculos con otras organizaciones dedicadas al favorecimiento masivo de la inmigración ilegal de ciudadanos albaneses. Tanto es así que uno de los principales líderes de la organización fue condenado en 2002 a 25 años de prisión en Albania por cruce y asistencia ilegal de las fronteras del Estado y la banda desmantelada ahora en Catalunya tenía vínculos con otra investigada anteriormente por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional, en la que se detuvo a un total de 123 personas por el favorecimiento masivo de inmigración ilegal.