La Guàrdia Urbana de Figueres, conjuntamente con efectivos del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de los Mossos d'Esquadra, han llevado a cabo un dispositivo policial en el barrio de Sant Joan de la capital del Alt Empordà, uno de los más conflictivos junto con el de Culubret. La actuación, que se ha realizado durante la noche de este viernes y sábado, 11 de octubre, de madrugada, se enmarca en las operaciones semanales que realizan ambos cuerpos policiales de manera coordinada como parte de las tareas de prevención y vigilancia en el municipio para mejorar y garantizar la seguridad de los vecinos y reducir la delincuencia y las conductas incívicas en la ciudad. 

Un detenido y varias denuncias 

El dispositivo policial de esta semana se ha saldado con un hombre de nacionalidad española detenido por un delito contra la salud pública. En la misma línea, otra persona ha sido denunciada por posesión de drogas. En materia de seguridad y control vial, se han instruido dos diligencias penales y tres denuncias por conductores que no tenían el permiso; se han hecho dos tests de drogas que han dado un resultado positivo; se han detectado siete vehículos que incumplían la normativa, ya que no tenían la ITV en regla; se han impuesto cuatro multas por mal estacionamiento en la calle; y se han trasladado dos vehículos al depósito. 

El de Sant Joan es uno de los barrios con más problemas de incivismo en la ciudad de Figueres. El pasado mes de agosto, incluso los trabajadores de la limpieza sufrieron estas actitudes por parte de los vecinos, la mayoría de etnia gitana. Junto con los del barrio de Culubret, se enfrentaron a los limpiadores por los ruidos de las máquinas de limpieza. Las amenazas físicas que recibieron hicieron necesaria la intervención de la Guàrdia Urbana, que durante diez días escoltó a los trabajadores una vez a la semana para que pudieran llevar a cabo su trabajo.