Una fiesta rave ilegal organizada este fin de semana en Llardecans, en el Segrià (Lleida), movilizó a los Mossos d'Esquadra el sábado para controlar los accesos a un campo, entre este municipio y el de Flix (Tarragona), donde se concentraron entre 150 y 200 personas, con unas ochenta de furgonetas y autocaravanas, con carpas, barras de bar y equipos de música. La zona, junto a la carretera C-12 y bastante aislada de los núcleos urbanos más próximos, no causó molestias vecinales, según han asegurado fuentes municipales.
Los Mossos d'Esquadra detectaron la fiesta el sábado y se desplazaron con varias patrullas para controlar la zona, haciendo revisiones de los vehículos que salían, con pruebas de alcohol y de drogas a los conductores -la mayoría, de nacionalidad española y francesa- y evitando que más personas se unieran. Numerosas personas habían optado por acampar en tiendas de campaña y los policías también se aseguraron de que no encendían ningún fuego que pudiera desencadenar un incendio forestal. Con todo, no se desmanteló la fiesta, solo mantuvieron un dispositivo de control para que no aumentara el número de asistentes, que, al mediodía del domingo, ya eran menos, pero todavía quedaban varios grupos.
Acta administrativa para los organizadores
A pesar de no haber provocado ninguna alteración del orden público ni en Llardecans ni en Flix, los Mossos d'Esquadra han levantado un acta administrativa para poder identificar y denunciar a los organizadores de esta fiesta que, a pesar de todo, seguía siendo ilegal. De momento, no consta que hayan podido localizarlos. La rave se disolvió finalmente a lo largo del domingo de manera pacífica y los Mossos d'Esquadra se retiraron de la zona después de comprobar que todo el mundo se había marchado y no había indicios de que quisieran volver.