El rapero Morad ha aceptado este miércoles una pena de dos años de prisión por los incidentes ocurridos durante la grabación de un videoclip el año 2021 en l'Hospitalet de Llobregat, en cuyo contexto atacó a agentes de la Guardia Urbana de este municipio del Barcelonès. En concreto, el cantante español de origen marroquí estaba acusado de los delitos de incitación a desórdenes públicos y de atentado con uso de instrumento peligroso, y la Fiscalía pedía para él un total de siete años entre rejas.

Finalmente, gracias a un acuerdo de conformidad entre las partes previo al juicio, que tenía que arrancar este miércoles en la Audiencia de Barcelona, Morad El Khattouti El Horami ha sido condenado a seis meses por incitación a desórdenes públicos y un año y seis meses por atentar contra agentes de la autoridad con instrumento peligroso. Como el artista solo tiene un antecedente no computable, evitará la entrada en la prisión, con la condición de no reincidencia y el pago de una multa de 2.041 euros en concepto de responsabilidad civil.

 

Morad "instigó" a un numeroso grupo a enfrentarse con la policía

El 11 de agosto de 2021, Morad grabó un vídeo musical en la vía pública, en l'Hospitalet, a consecuencia de lo que se generó un "gran ruido", provocando las quejas de los vecinos. Además, para la grabación de algunas de las escenas utilizó un dron que no tenía el pertinente permiso de las autoridades. Al llegar los agentes de la Guardia Urbana fueron recibidos con "lanzamientos de objetos" y con una "actitud hostil" por parte del artista. Los efectivos de la policía catalana "se encontraron a un numeroso grupo de asistentes, en torno a 150, quienes, al observar la presencia policial y guiados por el propósito de alterar de forma grave la paz y tranquilidad ciudadana, empezaron a increpar a los agentes, así como a realizar actos consistentes en el lanzamiento de huevos y piedras contra los mismos", según se desprende del escrito de acusación del Ministerio Fiscal.

La acusación sostiene en el texto que el rapero Morad actuó como "instigador" del resto de gente allí reunida, instándolos al lanzamiento de objetos, con expresiones como "la calle es nuestra" y, dirigiéndose a los policías con un "no pintáis nada aquí". Las advertencias de la policía municipal no sirvieron de nada, y el rapero se encaró más con ellos, insultándolos mientras "espoleaba a la multitud" con expresiones como "tenéis la puntería en el culo", según la Fiscalía.