La Policía Nacional detuvo el pasado 6 de marzo en Sabadell (Vallès Occidental) a cinco personas acusadas de los delitos de tráfico de seres humanos y explotación sexual. Los arrestados captaban a las víctimas en Colombia, engañándolas con un trabajo inexistente como cocineras en Barcelona por 33 euros diarios. Una vez llegaban a Cataluña, no obstante, las mujeres eran trasladadas a Sabadell y retenidas en un sótano, incomunicadas y obligadas a estar disponibles para los clientes las 24 horas del día. Para evitar que escaparan, los delincuentes les arrebataban los teléfonos móviles y los pasaportes, y las tenían encerradas bajo llave en las mismas habitaciones donde tenían que ejercer la prostitución.
Llegaban a Cataluña como turistas
Los miembros de la organización se ponían en contacto con mujeres en situación de vulnerabilidad en su país de origen y les prometían trabajo estable como cocineras. Ellos se encargaban de gestionar la llegada de las víctimas a Cataluña, proporcionándoles documentos falsos que las acreditaban como turistas. Les proporcionaban billetes de avión de ida y de vuelta para que su tapadera fuera más creíble, y también les facilitaban reservas de hoteles.
Tan pronto llegaban al estado, les quitaban todo el dinero, los pasaportes y los teléfonos, y las trasladaban a un piso de Sabadell donde las explotaban sexualmente. Además, las mismas víctimas se tenían que encargar de ofrecer sus servicios a través de un call-center, comunicando las tarifas y asignándose a los clientes entre ellas. En cuanto a las condiciones en las que vivían, las mujeres tenían que compartir cama en habitaciones muy pequeñas y en condiciones de insalubridad total. Para poder salir a la calle tenían que pedir permiso y solo podían desplazarse por unas calles determinadas. Aparte de la explotación sexual, también las obligaban a consumir droga y eran a menudo maltratadas.
Al menos una veintena de víctimas
El 6 de marzo, la Policía Nacional realizó dos entradas y registros en inmuebles de Sabadell, y detuvieron a cinco de los integrantes de la organización. En aquel momento pudieron liberar a siete de las mujeres retenidas, y tuvieron conocimiento de la existencia de trece más. Los detenidos están acusados de tráfico de seres humanos, explotación sexual, blanqueo de dinero y delitos contra la salud pública por tráfico de drogas. Después de pasar a disposición judicial, el magistrado decretó el ingreso en prisión de dos de ellos, y la puesta en libertad con cargos de los otros tres.