Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 6 de mayo a nueve hombres de entre 20 y 37 años acusados de traficar con marihuana. Los arrestados, cuyas nacionalidades no se han comunicado, tenían en marcha una gran plantación que habían escondido en una nave industrial de la Roca del Vallès (Barcelona), con tres pisos a rebosar de plantas bajo cuidado de jardineros que trabajaban las 24 horas del día. Los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial Metropolitano Norte inició las pesquisas el pasado mes de febrero a raíz de varias informaciones que hablaban sobre el fuerte olor de marihuana que desprendía una nave del polígono industrial de este municipio del Vallès Oriental. Las primeras inspecciones de los Mossos ya comprobaron que no se llevaba a cabo una actividad comercial lícita y que el consumo de energía del edificio era fraudulento y compatible con el cultivo de marihuana.
Las tareas de vigilancia de la zona revelaron que había un individuo en concreto que se desplazaba a menudo con diferentes furgonetas. No solía pasar más de un par de minutos por viaje y, a veces, descargaba material que entraba dentro de la nave con ayuda de personas que salían del interior, pero que los investigadores nunca vieron que se marcharan de la zona. Haciendo un seguimiento, se pudo relacionar el hombre de las furgonetas con un domicilio de Vila-seca, en Tarragona, donde vivía con otras personas claramente implicadas en este negocio.
Jardineros 24 horas y una base de operaciones en Vila-seca
La nave industrial contaba con tres pisos donde se cultivaban, en el momento de la explotación de la investigación, 400 plantas de maría. Dos jardineros, que trabajaban en el mantenimiento de las plantas y la recogida y secado de los cogollos, de los cuales se decomisaron 12 kilos, nunca abandonaban la nave. Los Mossos los pudieron detener durante la entrada en las instalaciones, que estaban equipadas con una gran cantidad de luces, ventiladores, transformadores y filtros de aire. En el domicilio de Vila-seca, donde vivía el resto de miembros del grupo, encontraron 4.000 semillas de planta de marihuana y más de 2.000 euros en metálico.
El pasado 8 de mayo, ocho de los nueve arrestados fueron puestos a disposición judicial por los delitos de pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. El noveno implicado quedó en libertad con la obligatoriedad de personarse ante los juzgados siempre que sea requerido.