Los delincuentes de Catalunya - y de otros puntos del Estado español- han perdido una de las mafias a las que compraban las armas de fuego y las drogas que utilizaban durante su actividad delictiva. La organización caída, formada mayoritariamente por ciudadanos de países de Europa del Este, se había sentado a las Terres de l'Ebre, con ramificaciones en Vinaròs (Castellón) y Jaén, desde donde negociaban los intercambios comerciales con otros grupos dedicados al crimen organizado. Después de más de un año de investigaciones, la Guardia Civil consiguió identificar a los integrantes de esta red criminal, deteniendo a ocho personas por los delitos de tráfico de drogas, tráfico de armas y blanqueo de capitales. Dos de los arrestos se hicieron en Tortosa, uno en Alcanar y otro a La Ràpita.

El dispositivo, llamado Operación Proas, hizo varias entradas y registros en las localidades anteriormente mencionadas, que culminó con la incautación de varias armas de fuego y munición, chalecos antibalas, un kilo de cocaína de gran pureza, 24 kilos de marihuana empaquetada al vacío, medio kilo de hachís y diferentes utensilios para la distribución de los estupefacientes. Además, los agentes también encontraron dinero en efectivo, documentación falsificada y móviles y coches de alta gama.

También tenían conexiones con mafias de otras partes de Europa

Los detenidos, cada uno de los cuales llevaba a cabo una función específica dentro de la organización, no solo tenían vínculos y hacían negocios con delincuentes catalanes y del estado, sino también habían establecido una red de contactos con mafias de otros países de Europa, sobre todo traficantes de armas, lo que amplificaba su peligrosidad. En este sentido, la Operación Proas ha contado con la colaboración de cuerpos policiales extranjeros que facilitaron el trabajo a los agentes del Grupo de Información de la Comandancia de Castellón de la Guardia Civil y de otras unidades de Tarragona, Barcelona, València, Jaén y Sevilla, así como de los equipos especializados en drogas y armas de Tarragona y Madrid y varias unidades de Seguridad Ciudadana.