El trágico accidente de este miércoles en Washington ha dejado consternados a Estados Unidos y al mundo entero. No son habituales estos accidentes aéreos con tantas víctimas, y menos cerca de grandes aeropuertos como el de Washington DC, en un país donde la seguridad parece ser una prioridad. Un avión comercial con 64 personas a bordo chocó con un helicóptero militar con tres ocupantes sobre el río Potomac, en el centro de Washington DC. Ambas aeronaves terminaron en el agua y las labores de rescate son muy complicadas, por el viento y, sobre todo, por la temperatura gélida de este río. Se está trabajando para recuperar los cadáveres de los pasajeros, la tripulación y los tres soldados del ejército de Estados Unidos que iban a bordo del helicóptero en este vuelo de entrenamiento.

Entre los desaparecidos están los reconocidos campeones mundiales de patinaje artístico, Evguenia Shishkova y Vadím Naumov. Volvían de la zona de Kansas, donde se había celebrado un campeonato. En el avión también viajaban otras personas relacionadas con este deporte y la delegación de Estados Unidos. A pesar de la magnitud de la tragedia, se ha producido un milagro: el patinador estadounidense Jon Maravilla, que iba a subir a este mismo vuelo, se salvó del desastre porque en el aeropuerto no le permitieron embarcar a su perro. Ante esta negativa, Maravilla optó por viajar en coche, y horas más tarde fue informado del accidente. Con solo veinte años y de origen mexicano, Maravilla forma pareja artística con Saya Carpenter, otra destacada patinadora. Juntos han ganado varios títulos juveniles en competiciones regionales. Aunque aún se desconoce si su compañera de entrenamiento viajaba en este avión, Maravilla ha confirmado que entre los pasajeros había al menos catorce patinadores, además de sus entrenadores y familiares, que volvían de este campeonato.

Brutal y trágico accidente en Washington DC

El accidente, captado por las cámaras de seguridad del Centro Kennedy, ocurrió cuando faltaban pocos minutos para las nueve de la noche, hora local (las tres de la madrugada en Catalunya), cuando el avión comercial de American Airlines (concretamente, de su filial American Eagle, para vuelos regionales) se encontraba en fase de aproximación al aeropuerto Reagan, en Washington DC. La colisión con el helicóptero provocó una fuerte explosión, seguida de una bola de fuego visible desde varios puntos de la ciudad. Aunque aún no se han ofrecido cifras oficiales de muertos, los equipos de rescate han recuperado hasta ahora una veintena de cadáveres en la zona del río.