El juzgado número 4 de Igualada ha enviado a prisión sin fianza al detenido por violar a una menor de 16 años en Igualada la noche de la Castañada. La causa está abierta por agresión sexual y asesinado en grado de tentativa.

El joven, con antecedentes policiales por abusos sexuales, fue detenido el jueves por agredir sexualmente a una chica en el polígono industrial Les Comes de Igualada, cuando la víctima se dirigía a la estación de tren tras salir de la discoteca Epic. El detenido solo ha respondido a las preguntas de su abogado. El chico, llamado Brian Raimundo C. M., de nacionalidad boliviana y 21 años, llevaba 48 horas en dependencias policiales.

 

La detención se produjo la madrugada del pasado jueves, el joven estaba durmiendo en su domicilio, ubicado en el número 13 de la calle Sant Sebastià del municipio de Igualada. Los agentes entraron a su vivienda y registraron todos los rincones en busca de pruebas durante más de siete horas. Pese a ello, Brian Raimundo se negó a hacer declaraciones a los miembros del cuerpo policial.

Los agentes lograron encontrar las prendas de ropa que Brian Raimundo llevaba la noche en la que la víctima fue violada y agredida brutalmente. Buscarán, en ellas, pruebas biológicas que puedan relacionar a la joven con el detenido.

Se estima que las pruebas que se puedan encontrar en la ropa del detenido sean claves para poder cerrar un caso que ha sido sumamente mediático por lo misterioso y brutal que ha sido. Los encargados de analizar las pruebas tardarán unas dos semanas en obtener unos resultados claros y reveladores.

¿Cómo encontraron a la joven?

En octubre del año pasado, un camionero pasó por la zona y se sorprendió al ver un cuerpo tirado en el suelo. Al acercarse pudo ver que era una chica, pensó que estaba muerta, ya que estaba inconsciente y tenía muchas heridas graves y varias lesiones.

La chica de 16 años pasó unos meses ingresada en el hospital recuperándose de este brutal ataque. Pese a ello, tiene varias secuelas psicológicas y físicas. Además, no recordaba qué había ocurrido ni quién había sido el responsable de esa agresión.

La UCAS empezó a trabajar para resolver un caso que, a priori, parecía muy complicado por la falta de pruebas. Decidieron investigar a las personas del entorno de la víctima, incluidas las personas que estuvieron con ella esa fatídica noche en la que la menor fue a la discoteca Epic de Igualada.

Se trataba de un caso muy complicado por la falta de testigos e imágenes. Las cámaras de seguridad del exterior de la discoteca no funcionaban y apenas hay dispositivos útiles para la policía en la zona en la que se produjo el ataque. Pese a ello, había una grabación en la que se podía ver una borrosa y casi imperceptible imagen del agresor.