Los Mossos d'Esquadra han detenido en Gandesa, en Terra Alta, al primer teniente de alcalde del municipio, Miquel Tomàs, acusado de haber estafado más de 30.000 euros a un amigo suyo. Por su parte, Tomàs, concejal del PP, asegura que la acusación es falsa y que no le ha robado ni un solo euro, sino que ambos han sido víctimas de una estafa relacionada con las criptomonedas. Por ahora, Tomàs se encuentra en libertad con cargos después de pasar por el juzgado de Gandesa, y está obligado a presentarse cada mes como investigado en una causa abierta por estafa.

El amigo del concejal presentó una denuncia que acusaba al primer teniente de alcalde de haberlo estafado en varias ocasiones aprovechándose de su relación. Según narra el denunciante, se encontró con Miquel Tomàs el 29 de septiembre yendo por la calle, el político le pidió 2.200 euros para poder recibir un ingreso en su cuenta corriente, y le prometió que al día siguiente le devolvería el dinero. Ambos fueron a casa de la víctima, entraron al banco digital a través de la aplicación del estafado e hicieron, con la ayuda de una mujer con quien Tomàs contactó por videoconferencia, tres transferencias por un valor total de 2.200 euros a una cuenta del teniente de alcalde.

30.000 euros robados

El 2 de octubre, ambos volvieron a encontrarse, en principio, para que Tomàs le devolviera el dinero a la víctima, pero no fue el caso. Después de volver a acceder a la cuenta bancaria, hizo varios abonos y transferencias e, incluso, pidió un préstamo de 23.000 euros. Al día siguiente, volvieron a verse y, según el denunciante, Miquel Tomàs hizo algunas transferencias más, y fue el mismo día cuando el estafado se dio cuenta de que algo no iba bien, ya que fue a la farmacia y, cuando quería pagar, vio que la tarjeta no le dejaba pagar a pesar de que en principio debía tener acceso a una cuenta con unos 5.500 euros. Aun así, parece que no aprendió la lección, y el día 6 le dejó la aplicación otra vez hasta que, el día 10, la víctima recibió finalmente un aviso del banco que le informaba del préstamo que tenía y de las obligaciones que implicaba.

Finalmente, el hombre fue a los Mossos a denunciar que el concejal lo había estafado y le había quitado, en total, 30.238 euros. El dinero se transfirió a dos cuentas, la de Miquel Tomàs, que recibió 9.478 euros, y otra que se quedó con 20.760. La víctima dice que nunca autorizó ninguna de las transferencias, y acusa al primer teniente de haberse aprovechado de su confianza.

La versión de Tomás

Por otro lado, Miquel Tomàs ha negado rotundamente estas acusaciones y afirma que la realidad es muy diferente y que él también es una víctima de la situación. Según el concejal, tanto él como su amigo estaban involucrados en una compra de criptomonedas de una empresa de Lituania y fueron estafados. Según afirma, hicieron un primer pago de 2.200 euros que quedaron bloqueados y ofrecieron al estafador 1.000 euros más para desbloquearlo, pero no sirvió de nada.

Según el concejal, cuando hicieron el primer pago otra empresa se habría quedado con el número de cuenta y los datos del amigo, que habría aprovechado para hacer las transferencias. Según dice Tomàs, solo ha recuperado 7.000 euros de los 39.000 que había puesto en la operación, y él mismo presentó denuncia por los hechos ante la Guardia Civil de Gandesa. Pocas horas después de ser detenido el día 16, el concejal pasó a disposición del juez de Gandesa, que lo ha dejado en libertad con cargos y la obligación de presentarse en el juzgado mensualmente como investigado en una causa abierta por estafa.