Hace cuatro años que los restos de Heidi Paz, la joven de 25 años asesinada por su expareja, el llamado Rey del Cachopo, César Román, fueron encontrados en una maleta abandonada en una nave industrial en UseraMadrid. Aquel 13 de agosto empezaba la investigación de uno de los casos más crueles y mediáticos de los últimos años en materia de violencia de género, y la familia, originaria de Honduras, espera aún recibir lo que queda de la víctima para poder enterrarla.

La víctima del Rey del Cachopo lleva cuatro años en la morgue

Del inicio del periplo judicial, va a hacer un año, tras una investigación a contrarreloj digna de una película de domingo, con persecuciones, dobles personalidades y detalles surrealistas. De hecho, tras matar a Heidi, que además descuartizó -la cabeza y las extremidades nunca aparecieron- y a la que quitó los implantes de los pechos para obstaculizar la identificación, desapareció. Su propio entorno denunció su ausencia, de la que se hizo eco SOS Desaparecidos.

El Rey del Cachopo / SOS desaparecidos

El Rey del Cachopo desapareció durante meses, tras cometer el crimen y huir / SOS desaparecidos

No fue hasta noviembre, tras encontrar los restos de la joven a causa de un incendio en la nave en la que estaba la maleta, cuando la dueña de un bar en Zaragoza descubría que uno de los empleados que tenía en la cocina era el prófugo César Román, que había adelgazado y se había dejado barba para camuflarse y no ser descubierto. Sus dotes de cocinero también le habían ayudado a pasar por personal de hostelería, ya que de eso le venía el apodo de Rey del Cahopo, tras años regentando un local especializado en el plato asturiano, con gran éxito en Madrid.

Heidi Paz será repatriada a Honduras, donde viven sus hijos

Tras ser cazado, el proceso judicial no ha hecho más que aumentar la angustia de la familia, que ha tenido que escuchar los testimonios prepotentes de Román, que niega todo e incluso pone en duda las pruebas de ADN oficiales de la autopsia que demostraron que se trataba de Heidi Paz, con quien además había tenido otros altercados violentos. Y tras cuatro años, el contenido de la maleta sigue en una cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal de Madrid, una cifra de récord en casos similares, según recoge El País.

Rey Cachopo / EFE

Hace casi cuatro años que fue encontrado en Zaragoza, donde se escondía / EFE

Y es que, a pesar de las sucesivas sentencias en firme de los tribunales madrileños, que han condenado a 15 años al Rey del Cachopo por la muerte de Heidi Paz y por la profanación de su cadáver, su abogada ha asegurado que agotará sus últimas opciones, incluido un recurso ante el Tribunal Supremo, aunque esta semana el Tribunal Superior de Justicia de Madrid confirmaba la pena a Román pese al recurso de la letrada.

Por qué su cuerpo sigue en la morgue después de cuatro años

Por otro lado, el abogado de la familia de la víctima, Alexis Socías, declara al mismo medio que "la repatriación está acordada ya con la Embajada desde hace tiempo, pero nos falta el permiso judicial para poder llevarnos el cuerpo, que probablemente se incinerará". Después de esto, se enviará a San Pedro Sula, la ciudad natal hondureña de Heidi Paz y una de las más violentas del mundo, donde le espera desde hace años su familia, incluidos sus dos hijos. Será tras la confirmación final del Tribunal Supremo cuando se pueda declarar finalmente culpable sobre papel al Rey del Cachopo y cumpla finalmente la condena que hace cuatro años que trata de eludir con palabrería, hipocresía y prepotencia.

Rey Cachopo / Europa Press

El acusado ha negado los hechos y ha dudado sobre los procesos para identificar los restos de Heidi Paz / Europa Press

Como no hay leyes al respecto, será el juez al cargo el que decida al respecto, ya que en casos tan mediáticos, algunos magistrados prefieren ser cautos por si se necesitasen más pruebas. Además, en este caso, el acusado ha sembrado la duda en numerosas ocasiones sobre la veracidad de las pruebas forenses que constataron a través del ADN que era Heidi Paz, así como la excepcional tardanza del juicio, provocada por el ímpetu de su abogada por apelar a todos los tribunales, quedando solo el Supremo, que decidirá finalmente.