Los agentes de la Policía Judicial de Dénia y de la Jefatura Superior de Valencia han trabajado conjuntamente durante los meses de noviembre y diciembre para detener a los 13 miembros de un grupo criminal que se dedicaba a extorsionar a personas que contrataban los servicios de prostitutas a través de internet.

Los detenidos trabajaban desde las ciudades de Valencia y Murcia, se dedicaban a amenazar a las personas, mayoritariamente hombres, que solicitaban un servicio sexual o archivos eróticos a través de diferentes páginas web.

Pese a que se les ha detenido por amenazar físicamente a las personas que fueron extorsionadas no hay constancia de que haya habido agresiones físicas por parte de la banda criminal. Las autoridades comenzaron a trabajar en este caso después de que varios hombres denunciaran amenazas en casos similares en varias ciudades de España.

¿Cómo actuaba la banda?

Los miembros de la banda colocaban anuncios falsos en varias páginas web en los que ofrecían los servicios de varias prostitutas y fotos y vídeos eróticos de varias chicas diferentes. Las personas interesadas recibían varios mensajes amenazadores del supuesto jefe de las prostitutas.

En los mensajes, el supuesto jefe le pedía a la víctima una cantidad de dinero por haberle hecho perder el tiempo. Si las personas no accedían a pagar rápidamente les amenazaban con publicar los mensajes en las redes sociales o diciéndoles que les iban a agredir.

policia capturas

Capturas de pantalla de las amenazas / Policía Nacional

Los agentes creen que estos mensajes eran enviados de manera automática, justo cuando los criminales lograban conseguir el número de teléfono de las víctimas. El objetivo era asustar a estas personas para que pagasen lo que les pidiesen.

Cuando la persona respondía los extorsionadores comenzaban una labor de investigación para saber quién era la víctima y cómo podían amenazarlo y, de esta manera, conseguir más dinero con esta estafa. Por ejemplo, si sabían que el estafado estaba casado lo amenazarían con contarle a su mujer que estaba solicitando este tipo de servicios.

Más datos sobre los extorsionadores

Los extorsionadores contactaban con las víctimas a través de WhatsApp o llamadas telefónicas. Como fotos de perfil usaban imágenes de personas con aspecto amenazante y cuando hacían las llamadas fingían acento de personas del este de Europa.

Enviaban fotos de armas como una metralleta M-16 o capturas de otras víctimas para intentar que la víctima tuviese miedo al ver que ya habían actuado violentamente con otras personas en su misma situación.

La banda criminal estaba perfectamente organizada. Había dos personas que ejercían de jefes, estos se encargaban de colocar el anuncio falso en varias páginas web y de contactar con las víctimas y descubrir datos relacionados con su vida privada. Los otros miembros tenían la función de sacar el dinero de la cuenta y hacerlo desaparecer sin dejar rastro.

Las víctimas de esta estafa perdieron cantidades de entre 1.000 y 6.000 euros y se calcula que la banda habría conseguido ingresar unos 150.000 euros con sus engaños durante este último año.