Ningún espacio parece libre de actitudes violentas contra el colectivo LGTBI. El pasado 29 de junio un agente de la Policía Nacional que estaba en la playa del puente del Petróleo de Badalona, fuera de servicio, fue agredido por dos jóvenes cuando intentó detener un ataque homófobo contra un hombre de 41 años que también estaba en la playa. Según ha detallado el cuerpo policial en una nota de prensa, el agente estaba fuera de servicio en la playa descansando cuando detectó que dos jóvenes, de 17 y 18 años, los dos de nacionalidad marroquí, proferían insultos claramente homófobos contra otro joven que estaba estirado en una toalla en la playa.
Antes que el policía, otro hombre que vio el ataque se acercó a los hombres para hacerles parar su actitud, que estaban dando gritos e insultando a los jóvenes gais. Los dos agresores, sin embargo, lejos de parar su actitud, se volvieron más agresivos e incluso empezaron a darles golpes. Fue entonces cuando el agente de la Policía Nacional que estaba fuera de servicio se acercó hasta la posición del hombre atacado e intentó detener la reyerta, identificándose como policía e interponiéndose entre agresores y víctimas.
El agente de la policía española herido con puñetazos y arañazos
Los dos agresores, otra vez, sin ninguna intención de parar su actitud violenta, se abalanzaron sobre el policía, iniciando una pelea donde el policía recibió varios puñetazos y arañazos en la cara cuando pudo hacer caer uno de ellos al suelo. El otro hombre agresor siguió dando golpes al policía, hasta que llegó una patrulla de los Mossos d'Esquadra, que con la colaboración del agente de la Policía Nacional fuera de servicio pudieron detenerlos a los dos. En la reyerta no solamente resultó herido el agente de la policía española, uno de los dos agentes de los Mossos d'Esquadra que intervinieron en el incidente también resultó herido; los dos tuvieron que ser atendidos en un centro médico, si bien las agresiones no revisten gravedad.
Los dos jóvenes fueron detenidos y trasladados a la comisaría de Badalona, donde después de ser interrogados, fueron entregados al juez de guardia de la ciudad, que decretó su libertad con cargos. Según han explicado los Mossos d'Esquadra, los dos hombres quedaron imputados por los delitos de atentado contra agentes de la autoridad, resistencia y desobediencia, lesiones leves y un delito de odio, por los insultos contra el hombre.