Hace más de un mes que Marin Egeo Sabau entró armado en la sede de su empresa, en Tarragona, y abrió fuego contra tres de sus jefes por una deuda económica. Todo formaba parte de una revancha que orquestó días antes y que avisó el día antes con un correo electrónico con amenazas y unas fotos con varias armas. En torno a las once de la mañana del 14 de diciembre accedió a las oficinas de Securitas en Tarragona e hirió varias personas. Más tarde escapó y, en su huida, después de pasar por delante de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Reus, donde había agentes con armas largas en la puerta, pasó de largo y siguió por la carretera de Falset hasta la rotonda de Maspujols, donde un coche de la marca Dacia de paisano de los Mossos, con tres agentes de la Unidad de Investigación, lo intentaron parar. El hombre llevaba un arma larga lista para usar y no dudó. Abrió fuego también contra los policías, hiriendo uno de los agentes. El tiro le entró por el brazo, perdiendo fuerza, y siguiendo dirección en el pecho, donde recibió un hematoma. Por suerte impactó antes en el brazo. Si hubiera tocado directamente en el pecho lo habría podido matar. Según ha podido saber ElCaso.com, el agente iba sin chaleco antibalas.
De toda esta historia, que acabó con el hombre abatido por el Grupo Especial de Intervención (GEI) de los Mossos, después de haberse atrincherado en una masía entre Maspujols y Riudoms, ahora se ha podido saber que el agente de los Mossos herido era amigo del pistolero Marin Egeo Sabau. Se conocían de haber participado juntos en actividades organizadas por el club de tiro de Sant Salvador de Tarragona. Después de ver pasar el coche por delante de la comisaría, los agentes lo siguieron hasta la rotonda de Maspujols, cuando lo asaltaron y lo intentaron parar. El agente que lo conocía lo gritó por su nombre, pero Marin Egeo Sabau abrió fuego con el arma larga que llevaba al asiento del conductor con él.
El pistolero abrió fuego a discreción, no solamente contra el agente que era amigo suyo. Los impactos tocaron el coche de paisano de los Mossos, que recibió varios impactos. De este incidente únicamente resultó herido el agente que recibió el tiro en el brazo, un hecho que todavía no se explican, por el número de tiros que disparó el pistolero. Después de herir al policía, escapó en dirección a Maspujols, hasta que giró por un camino, a unos 100 metros de la carretera T-704, y se perpetró en la masía, a la espera de la policía. El hombre hizo un círculo con gasolina y desplegó un escudo balístico para esperar a los Mossos. En torno a las cuatro de la tarde el GEI lo neutralizó. Quedó herido crítico y fue trasladado en helicóptero a Bellvitge, donde todavía sigue ingresado, todo y que fuera de peligro.
Los Mossos pudieron aclarar donde era el hombre escondido gracias a la llamada de unos testigos y también a la pericia de los agentes del territorio, que pudieron situar la masía gracias a un mapa, pudiendo aportar la ubicación concreta a los agentes de la unidad especial de asalto de la policía catalana. Durante el operativo también se supo que el hombre tenía una casa en les Borges del Camp, a 10 minutos del lugar de los hechos, que también fue vigilada de manera discreta por los Mossos, para evitar cualquier susto.
Amigos en común
El policía y el sospechoso también tenían amigos en común en el club de tiro que coincidían. Uno de ellos también ha sido citado como testigo a la causa por que el día del tiroteo recibió una llamada del mosso y otra del sospechoso. El policía de la Unidad de Investigación de Reus en saber quien era el sospechoso contactó con este amigo en común para saber si había hablado con él aquel día, y le pidió que le avisara si se enteraba de dónde podía estar.
Más tarde, Eugen llamó al mismo amigo y le pidió un correo electrónico, en el cual envió un mensaje que tenía preparado desde dos días antes y en qué explica los motivos del tiroteo y en qué avanzaba quién serían sus víctimas, mensaje que avanzó ElCaso.com.
Este mensaje también lo recibieron los trabajadores heridos, que eran jefes del pistolero, y de los que decía que quería vengarse por las condiciones laborales y porque asegura que lo habían tratado de forma "racista". El detenido es de nacionalidad rumana, aunque hace muchos años que vive en Catalunya, en varios puntos de la demarcación de Tarragona.
Nuevas declaraciones del caso
El mosso herido, el amigo que compartían con el pistolero y los trabajadores heridos en Tarragona están citados este jueves para testificar ante la jueza que investiga el caso y explicarle sus actos aquel día.