Novedades del pistolero de Tarragona: según explican sus excompañeros de trabajo, el motivo de la brutal agresión habría sido un kilometraje que, presuntamente, no le habían pagado.
Marin Eugen Sabau es un vigilante de seguridad muy peligroso
Marin Eugen Sabau es un hombre muy peligroso y, de hecho, antes de intentar matar a sus excompañeros de trabajo, envió varios mails a trabajadores de Barcelona y Tarragona. En este correo los amenazaba adjuntando fotos de él armado con pistolas, balas y armas blancas. Los acusaba de ser unos ladrones y de ser unos racistas, tal como avanzó ElCaso.com.
Tiroteo en Tarragona con tres heridos: dos graves y uno crítico
Sabau cumplió con sus amenazas y el martes por la mañana se presentó en la sede de Tarragona: entró en las oficinas y empezó a disparar, dejando a tres personas heridas: dos de gravedad y la otra, en estado crítico.
Esto es lo que pasó minutos antes del tiroteo
El tiroteo habría empezado cuando el pistolero se presentó en la empresa y empezó a hablar con un trabajador reclamándole que le pagaran un kilometraje que Securitas, presuntamente, le debía. No se sabe la cantidad exacta de dinero que habría reclamado, pero los kilometrajes suelen ser cantidades pequeñas de dinero. De hecho, este 2021 se paga a 0,20 euros por kilómetro.
Como la conversación se fue calentando, el gerente de la empresa se lo llevó a una sala privada para hablar de los hechos sin molestar a los trabajadores y fue en aquel momento cuando, presuntamente, Sabau le disparó dejándolo herido crítico, según avanza Diari de Tarragona.
Este vigilante de seguridad, que todo el mundo describe como una persona muy peligrosa, había sido despedido de Securitas hacía unos meses y, según explican las fuentes sindicales, hubo una pelea entre el agresor y las tres víctimas.
Un mosso herido de gravedad por el pistolero durante la persecución
Los Mossos d'Esquadra abrieron un fuerte dispositivo para encontrarlo cuanto antes mejor. Fue entonces cuando un agente lo intentó detener y este reaccionó con la misma violencia que había utilizado horas anteriores: disparándolo y dejando al mosso herido de gravedad.
Abatido después de pasar horas atrincherado en una masía de Riudoms
Después de horas de persecución, se atrincheró en una masía de Riudoms. Los policías lo acosaron y le enviaron negociadores para convencerlo para que saliera. El hombre en ningún momento cedió. Era una persona muy peligrosa, no solo por su agresividad, sino también porque llevaba un chaleco antibalas, iba armado y, por su trabajo, sabía cómo utilizar estas armas. Ante su negativa de salir de la masía, los Mossos se vieron obligados a entrar y lo abatieron, dejándolo herido crítico.
Actualmente, está ingresado en el hospital y cuando esté recuperado deberá enfrentarse a un juicio que le podría costar muchos años de prisión. Los Mossos d'Esquadra tienen una investigación abierta y están intentando averiguar más detalles para aclarar los hechos.