La Guardia Civil ha desarticulado un entramado criminal dedicado a la compra de coches de alta gama financiando estas adquisiciones a nombre de terceros, de quienes habían obtenido los datos personales por una estafa digital. La cúpula de esta mafia se había asentado en Cantabria, pero tenía ramificaciones en Tarragona, Vizcaya y Burgos, con tres personas detenidas en los municipios de Reus y Riudoms, en el Baix Camp; hay otros dos arrestados y ocho personas más que están siendo investigadas por los delitos de pertenencia a organización criminal, usurpación de identidad, estafa y falsedad documental.

La investigación arrancó en marzo del 2023 cuando el Instituto Armado detectó dos denuncias idénticas: los perjudicados aseguraban que les habían robado información personal, como el DNI y datos bancarios, que habían utilizado para comprar coches de alta gama pidiendo una financiación a su nombre. Los agentes consiguieron recuperar los dos vehículos adquiridos de manera fraudulenta en las localidades cántabras de Guarnizo y Maliaño, deteniendo a dos "mulas" de la organización a quienes habían encargado la tarea de recoger los coches a cambio de una recompensa económica, pero que no tenían una vinculación más arraigada con la banda.

Más de una treintena de víctimas que han perdido 130.000 euros

La Guardia Civil estiró el hilo y pudo comprobar que no se trataba de un caso aislado, e identificaron la existencia de una mafia que había ideado un complejo entramado de estafas para conseguir coches de alta gama de cuya reventa obtenían grandes beneficios económicos. En concreto, se habían creado perfiles en páginas web de compraventa de objetos de segunda mano donde publicaban móviles a un precio muy por debajo de su valor real para atraer a los compradores. Cuando alguien mostraba interés en adquirir el teléfono, les decían que tenían que financiar la compra.

En este punto procedían al robo de los datos personales: con la excusa de la financiación pedían a las víctimas que enviaran su DNI, nóminas y declaraciones de la renta. Una vez habían obtenido esta información, desaparecían del mapa. Con este engaño consiguieron estafar a más de 30 personas, a quienes provocaron unas pérdidas económicas de más de 130.000 euros en microcréditos que pedían a su nombre para financiar la compra de coches.

Revendían los coches en el extranjero

La organización disponía de una empresa pantalla con sede en Vizcaya que era la encargada de dar salida a los vehículos en el mercado internacional. En concreto, en Holanda se detectó uno de los coches adquiridos fraudulentamente. Los tres detenidos en Tarragona estaban directamente relacionados con la trama de la venta del turismo en los Países Bajos.

Con toda la información recopilada por los agentes, se hicieron varias entradas y registros en domicilios de Santander y Bilbao, donde encontraron dinero en efectivo, la documentación de otro vehículo, papeles con la información personal de terceras personas, una pistola simulada, un defensa extensible, un Taser, varios pasamontañas y material informático. En total, se pudieron recuperar cinco coches de lujo adquiridos a través de estas estafas.