Los delincuentes utilizan métodos cada vez más sofisticados para robar sin ser detectados. Este es el caso de un grupo de ladrones asentado en Tarragona cuya especialización era comprar móviles de alta gama mediante la contratación de créditos a nombre de terceras personas, a quienes habían sustraído los DNI previamente. Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil, en una operación conjunta, han conseguido desmantelado esta banda de estafadores, con más de 700 víctimas y cerca de un millón de euros defraudados.
Durante el verano del 2023 se detectó un aumento significativo de robos de DNI en varias zonas de la Costa Daurada, con centenares de denuncias en pocos meses interpuestos tanto ante la policía catalana como del Instituto Armado. Así, ambos cuerpos policiales formaron un equipo conjunto de investigación que a principios de noviembre del pasado año identificó la existencia de esta organización criminal centrada en cometer estafas a gran escala. En esta primera fase de las pesquisas, detuvieron a 19 personas relacionadas con la trama, con seis entradas y registros en domicilios y una en una empresa. Aunque consiguieron resolver 121 ilícitos penales, la investigación continuó.
Centenares de personas en la lista de morosos sin saberlo
Los perjudicados, que ahora mismo se encuentran en 700, aunque es muy probable que el número aumente, no eran conscientes de que habían sido víctimas de una estafa y que, por el uso fraudulento de sus datos, habían acabado en la lista de morosos de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros (ASNEF), y se enteraban al recibir una notificación sobre elevadas cantidades de dinero que, según aseguraban las diferentes entidades crediticias, les debían. A raíz de las consiguientes denuncias, los policías ataron los dos casos, descubriendo el modus operandi del grupo.
En este sentido, el primer paso de los delincuentes era la obtención de los DNI, tanto por hurto físico como por fotografías que hacían algunos miembros de la organización que trabajaban en varios centros de ocio de Tarragona ciudad y Reus. Seguidamente, comprobaban si con esta información podían optar a pedir un crédito; en caso afirmativo, un segundo eslabón de la banda se encargaba de obtener - a través de la web de la Seguridad Social - o falsificar otros documentos que les pedían las entidades, como, por ejemplo, las nóminas, contratos de trabajo y recibos bancarios que acreditaran la titularidad de una cuenta.
Compraban móvil de alta gama que revendían
Una vez superadas estas fases con éxito, solicitaban créditos de entre 3.000 y 5.000 euros, dinero que destinaban a la compra de teléfonos móviles de alta gama (en ocasiones, también otros dispositivos electrónicos) y también contrataban tarjetas de crédito que después utilizaban en casinos y cajeros. Con los móviles lo que hacían era revenderlos en tiendas de Tarragona y Reus, obteniendo dinero en metálico y completando el ciclo de estafa con grandes beneficios para ellos.
A pesar de su éxito inicial, a finales del pasado año empezaron a tener problemas para obtener financiación en empresas de Catalunya, por lo que se vieron obligados a desplazarse a otros puntos del territorio del Estado español como València y Zaragoza, donde hacían exactamente lo mismo. Con todo, gracias a la primera tanda de detenidos en noviembre, los investigadores pudieron rastrear a 20 personas más, relacionadas con 267 estafas, de las cuales 38 se detectaron en el Baix Camp y en el Priorat. Los 20 fueron detenidos y puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Reus, que los ha dejado en libertad. La investigación, sin embargo, continúa en marcha y no descartan más detenidos y víctimas.
Trabajadores de las entidades de crédito, colaboradores necesarios
Un aspecto a destacar de la manera de actuar de estos delincuentes es la existencia de personas que colaboraban con ellos desde dentro. En concreto, se trataba de trabajadores de las diferentes entidades crediticias que facilitaban la aprobación de la financiación que pedían, y también agilizaban los trámites, haciendo que los estafadores pudieran acceder al dinero en mucho menos tiempo.