Priscila y Constantín son los presuntos autores de uno de los robos más surrealistas que se han vivido en España en los últimos años. Se llevaron botellas de vino valoradas en 1,6 millones de euros y, después de meses de investigación, los pudieron detener en la frontera de Croacia. Han ingresado en la cárcel de manera provisional y han pedido que se vuelvan a tasar los vinos: no se creen que estén valoradas en 1,6 millones de euros, aunque así lo indica la investigación policial.

La Policía Nacional concluyó que las botellas sustraídas valían ni más ni menos que 1.648.500 euros. La botella más cara costaba 310.000 euros y las otras también tenían precios muy elevados. En total, consiguieron sustraer 45 y, de momento, todavía no las han conseguido recuperar.

Sospechan que el valor real de las botellas de vino es menor a 1,6 millones de euros

No obstante, la defensa ha pedido un nuevo informe pericial porque sospechan que el valor real de los objetos robados es menor. En caso de que se confirme que el valor de las botellas es menor, la investigación podría dar un giro de 180 grados, ya que la condena podría ser menor.

Por otra parte, también han pedido que los gerentes de la bodega, José Polo y Toño Pérez, sean citados a declarar en calidad de testimonios. También ha pedido que declaren todos los trabajadores que, la noche de los hechos, estaban en el hotel.

El robo de la bodega Atrio de Cáceres estaba pensado al detalle. La noche del 27 de octubre, presuntamente, Constantín y Priscila idearon un plan para llevarse las botellas sin dejar rastro. Justo después del robo, empezaron a esconderse en diferentes países de Europa. Tenían una identidad falsa y fue muy complicado seguirles el rastro.

Él tenía antecedentes por robar otras botellas de vino

Después de seis meses y una investigación muy complicada, con la colaboración de la Eurpol, los pudieron detener en la frontera de Croacia. Priscila, mexicana de 29 años, no tenía antecedentes; pero su pareja, Constantín, sí. Los antecedentes eran por robos similares, uno de ellos de una botella de 39.000 euros de una bodega de Salamanca.

Se inventan que estaban de viaje por Europa para justificar la huida

Después de semanas arrestados, los trasladaron a España para pasar a disposición judicial y no declararon. Su abogada dijo que no habían huido de la justicia, sino que habían ido a pasar unos meses de vacaciones por Europa. Evidentemente, la excusa no les convenció y se decretó su entrada en la prisión de manera provisional y sin fianza como presuntos autores de los hechos hasta que se celebre el juicio.