El operativo de los Mossos d'Esquadra de hace pocos días contra los peligrosos teloneros, avanzado por ElCaso.com, no ha conseguido parar esta modalidad delictiva que tiene en jaque a la policía catalana en el área metropolitana de Barcelona. Esta noche han vuelto a actuar en la zona de Parets, en el Vallès, y han conseguido huir en una persecución temeraria que ha durado casi una hora, hasta que se han podido deshacer de la policía. Por suerte, y contra todo pronóstico, nadie se ha hecho daño. Pero fuentes policiales alertan de que no siempre acabará igual.
Los ladrones, conocidos como teloneros, habituales de zonas como el Besòs y la Mina, son muy peligrosos y no dudan en circular a gran velocidad —incluso en sentido contrario— para evitar ser detenidos después de asaltar camiones, sobre todo en la zona de la AP-7. Según ha podido saber ElCaso.com, que ha tenido acceso al atestado policial de los hechos de esta madrugada, algunos vehículos llegaron a superar los 230 km/h. La División de Tráfico de los Mossos y los agentes especializados de la Unidad Operativa de Movilidad (UOM) investigan los hechos.
Una hora de persecución muy peligrosa
Los dos Land Rover y el Audi Q7 que aparecen en las imágenes de los hechos de esta madrugada han iniciado la huida en la zona de Parets, en la región metropolitana norte. Con los Mossos detrás, los tres vehículos han circulado a gran velocidad por la AP-7, la B-20, la B-23, la A-2 y la Diagonal de Barcelona, hasta volver a la AP-7 en sentido Girona, donde han conseguido desaparecer.
Concretamente, la persecución ha empezado en la AP-7, a la altura del Vallès, y ha seguido hacia Rubí y Mirasol. Acto seguido, han enlazado con la A-2 en dirección a Sant Andreu de la Barca y Sant Joan Despí, pasando también por la C-31, en L'Hospitalet de Llobregat. La persecución ha continuado por la ronda de Dalt, a la altura de Cornellà, para después coger la B-23, en la zona de TV3, y salir por el acceso 13 a Esplugues de Llobregat. Más tarde, han vuelto a entrar en la Gran Vía, de nuevo por L'Hospitalet, y han continuado por la A-2 en dirección a Molins de Rei y El Papiol. Finalmente, han vuelto a conectar con la AP-7 a la altura de Rubí, para acabar en dirección a Mollet del Vallès, donde se les ha perdido el rastro de los vehículos, ya en dirección Girona, según ha podido saber ElCaso.com.
Los vehículos no solo circulaban a más de 200 km/h, sino que iban sin luces y con la amenaza de lanzar objetos contra los coches patrulla, como ya han hecho otras veces. Durante la persecución, han utilizado extintores y los han lanzado contra los vehículos policiales, quedando abandonados en medio de la carretera y generando un grave peligro, no solo para los Mossos, sino también para el resto de usuarios de la vía.
Durante casi una hora, con la participación de patrullas de Tráfico y de Seguridad Ciudadana (USC) de las regiones metropolitanas norte y sur, así como de la ciudad de Barcelona, los agentes han intentado interceptar a los tres vehículos. Finalmente, los ladrones han conseguido deshacerse de la policía en torno a las cuatro y cuarto de la madrugada, en dirección Girona. En las imágenes que acompañan a esta noticia, se puede ver uno de los vehículos en la B-20, entrando en Barcelona, antes de llegar a la Diagonal, y se observa la peligrosidad de esta modalidad delictiva, que pone en riesgo la vida de los policías.
Los teloneros, un peligro creciente
Los ladrones conocidos como teloneros reciben este nombre porque abren el 'telón' (la lona o la puerta) de detrás de los camiones para inspeccionar qué es lo que transportan y, si la mercancía les interesa, la roban. Actúan siempre de noche, habitualmente en áreas de servicio. Aunque los Mossos han reforzado el patrullaje y las investigaciones contra estos grupos criminales, su actividad no para de crecer.
Abren los camiones para saber qué hay dentro y, si el botín vale la pena, activan los vehículos de apoyo y actúan rápidamente. Con la misma rapidez huyen si son descubiertos. El material robado acaba rápidamente en el mercado negro. En algunos casos, incluso reciben información previa sobre qué camiones transportan mercancías de interés, que ya les han sido encargadas por los receptadores. Generan grandes pérdidas a las empresas y, según las investigaciones, también grandes beneficios para las organizaciones criminales.