Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres, de 27 y 29 años, como presuntos autores de un delito contra la salud pública. La detención se produjo la madrugada del domingo después de una peligrosa persecución de más de 30 kilómetros por las carreteras del Pirineo. Una patrulla de la comisaría de Ripoll que estaba haciendo tareas de seguridad ciudadana, pilló un vehículo circulando a toda velocidad por la carretera N-260, a su paso por Ribes de Freser. A pesar de hacerle indicaciones al conductor para que se detuviera, este hizo caso omiso y puso en marcha su huida.

Los fugitivos tiraron bolsas de droga por la ventana

Los efectivos policiales empezaron a perseguirlo y pidieron apoyo a los efectivos de la comisaría de la Cerdanya, ya que el vehículo cogió la carretera GI-400 en dirección a la Molina. El conductor circulaba de forma temeraria, invadiendo el carril contrario en varias ocasiones, poniendo en peligro a los usuarios de la vía. Los agentes de los Mossos de la Cerdanya, conocedores que los fugitivos venían hacia ellos, montaron un control de tráfico en el Coll Sisè d'Alp. Los policías vieron como al llegar hacia ellos, el copiloto fue hacia los asientos traseros y tiró dos bolsas por la ventana, que posteriormente se comprobó que estaban llenas de marihuana.

Poco después, los mismos fugitivos pararon el vehículo en el arcén de la vía e intentaron huir a pie, pero la aventura duró unos pocos metros y los Mossos los acabaron deteniendo. Al registrar el vehículo, los agentes encontraron 380 euros en efectivos y 19 bolsas de cogollos de marihuana, a los que se le tiene que sumar las dos que habían tirado previamente por la ventana. En total, 22 kilos de droga. Después de pasar a disposición del juzgado en funciones de guardia de Puigcerdà el pasado 20 de marzo, los dos detenidos, a quienes no les constaba ningún antecedente policial, ingresaron en prisión.