Parece nuestro pan de cada día. Hoy, martes 13 de diciembre, en torno a las ocho de la mañana dos hombres se han peleado en el exterior de la estación de Sants de Barcelona por un motivo, aparentemente, ridículo. Un hombre de 29 años, de nacionalidad española, ha acabado denunciado por un delito de lesiones leves. Según ha podido saber ElCaso.com, el denunciado había pedido el móvil a uno de los indigentes que vive en la zona de Sants para hacer una llamada a su familia, en Valencia. A cambio, le ha dado un paquete de tabaco. La llamada, sin embargo, se ha alargado.
El propietario del móvil, impaciente para recuperar el móvil, le ha recriminado que la llamada fuera demasiado larga y el hombre ha respondido con violencia. Lo ha tirado al suelo para sacárselo de encima y cuando estaba en el suelo le ha dado varias patadas y golpes en el cuerpo, hasta que lo ha dejado aturdido. Avisados por varios testigos, tres patrullas de los Mossos d'Esquadra se han desplegado en la zona, han separado a los dos hombres y han escuchado las dos versiones. El joven no ha dudado a explicar qué había pasado. Ha asegurado a la policía que "solo le había dado golpes y patadas" para sacárselo de encima cuando se había puesto nervioso, aceptante la agresión y que lo había motivado el móvil que la víctima le había dejado al agresor. Las lesiones que ha sufrido el agredido parecen leves, aunque tenía un fuerte golpe en la cabeza, y finalmente los Mossos d'Esquadra no han detenido al hombre de 29 años.
Según ha podido saber ElCaso.com, el agresor había llegado a Barcelona sin documentación ni teléfono móvil después de escapar de un centro de salud de la zona de Vic, de madrugada. Desde Granollers ha cogido un tren hasta Barcelona, donde ha pedido poder hacer una llamada a su familia, en Valencia, al hombre que ha acabado por tierra y con la cabeza abierta.
Las peleas de cada día en Sants
Algunos vecinos y habituales de la zona explican que son constantes las peleas en esta estación de trenes de Barcelona, una de las más importantes del país, desde donde salen metro, trenes regionales y también trenes de alta velocidad. Entre las personas que pasan y otros que están casi siempre viendo pasar los trenes y las horas, las discusiones, enfrentamientos y agresiones parecen el pan de cada día.