Casarse, el día más especial de nuestras vidas y un momento inolvidable, se suele decir. Sin embargo, inolvidable tiene varios significados y, sin duda, las 26 parejas que han sido estafadas por Paulo Tella, no olvidarán nunca las bodas que nunca se celebraron.

La estafa de las bodas en Arenys de Mar

Btakora, "eventos en la playa" reza la página del restaurante de las bodas frustradas. TripAdvisor, el portal de reseñas hosteleras más famoso, ya da una idea de lo que vendrá en las siguientes líneas: decenas de comentarios alertan de "estafa".

La pandemia por la covid trajo muchísimas desgracias y, por si fuera poco, personas como el ahora acusado penalmente, Paulo Tella, se aprovecharon de la situación para engañar a casi 30 parejas, robarles miles de euros fingiendo que eran para la organización de su boda, y desaparecer.

Casi 30 parejas con la boda arruinada

Esta trama suena digna de una película de Hollywood o de una serie de Netflix, pero nada más lejos de la realidad. El dilema ha tenido lugar en Arenys de Mar, a escasos 30 kilómetros de Barcelona.

En julio, un grupo de WhatsApp nació con el peor de los asuntos: les unía la desgracia de haber sido estafados de la misma forma y por la misma persona. Un total de 52 personas, 26 parejas, relatan su caso y coinciden en haber pagado miles de euros para las bodas que nunca se celebraron, recoge El Español.

Enterarse de la estafa por internet o los medios

Las cantidades y excusas varían un poco. Algunos de ellos hicieron pagas y señales de 3.000 euros, otros llegaron a pagar 9.000 y otros acabaron pagando una boda fantasma entera, que ascendió a los 15.600 euros.

A algunos Tella les insultó y a otros los tranquilizó y les aseguró que su boda sería la mejor, mientras llegaba a excusarse en haber contraído covid hasta tres veces.

Restaurant Btakora / TripAdvisor

Restaurant Btakora / TripAdvisor

La manera en la que se enteraron también cambia: algunos vieron el local directamente vacío, algunos por un correo electrónico del maestro de ceremonias cancelando la boda y otros por internet o por la televisión y las primeras advertencias de estafa. "De no ser por internet yo me presento allí con el vestido puesto”, confiesa una víctima al medio citado.

En lo que coinciden es en que todos han perdido el dinero, la boda y la ilusión.

'Wedding planner' que no existe y señales de dinero para nada

El modus operandi era el mismo siempre: cuando la pareja en cuestión decidía celebrar su boda en Btakora, contactaban con Tella, que les contaba que tenía una wedding planner que se encargaba de todo. Ellos solo tenían que pagar una señal y dejar que se encargasen de todo hasta el primer momento clave, la prueba del menú.

Entonces llegaba un segundo pago, que algunos se negaron a pagarle porque no estaba en el contrato que habían firmado. Ante esto, el estafador llamaba a horas intempestivas y sin descanso para pedir el dinero.

Otra de las estrategias era la pena: “Nos decía que iba muy mal y que necesitaba mantener a flote el barco”, relatan otros afectados al mismo medio.

Declarado insolvente, no devuelve el dinero

Cuando empezó a destaparse la estafa, todo empezó a tener sentido: la supuesta planificadora era en realidad la exmujer de Paulo, que dejó el trabajo y a su marido -se sospecha de malos tratos- meses antes de reventar el polvorín.

Y fue sustituida por una camarera que duró dos semanas. En seis meses había tenido tres wedding planners que habían abandonado su puesto.

Y poco después descubrieron en el BOE que el pasado mayo, Tella se declaró insolvente, dejando las deudas sin saldar. Y el delito ha sido seguir ofreciendo sus servicios a sabiendas de su incapacidad de asumir los pagos.

Delito de estafa continuada con agravantes

Finalmente, las parejas, representadas por Roca Asociados, se querellaron ante  los juzgados de instrucción de Barcelona.

Está dirigida contra Paulo, su mujer, la administradora, la contable, el apoderado y dos titulares de cuentas bancarias donde las víctimas habrían realizado transferencias, así como contra las dos empresas que operaban el negocio.

Las 52 víctimas les acusan de un delito de estafa continuada con doble agravante -el valor defraudado supera los 50.000 euros y afecta a un número elevado de personas y por aprovechamiento de la credibilidad de la empresa-, por lo cual podrían enfrentarse a penas de entre uno y seis años de prisión.

Más de 200.000 euros estafados a las víctimas

La acusación pide al juez que investigue a Paulo, que permanece en paradero desconocido desde que el julio pasado el restaurante cerró sus puertas, y a sus socios y exigen que se les imponga el pago de una indemnización de 150.000 euros, además de la devolución de los 200.000 euros estafados a las víctimas.

Por su parte, la abogada que representa a las víctimas, Laura Pérez, alerta de que tanto el teléfono de contacto de la empresa como los correos electrónicos y la página web continúan "operativos y ofreciendo servicios": "No es que hayan estafado de manera continuada, sino que pretenden seguir haciéndolo", subrayaba.

Ante la posibilidad de llegar a un acuerdo, Pérez recordaba que las víctimas han intentado recuperar su dinero sin acudir a la Justicia "durante meses y de todas las maneras" sin éxito.