Los agentes de la Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra han detenido en Oliana (Alt Urgell) y en Solsona (Solsonès) a dos personas acusadas de 17 delitos de estafa. Los arrestados, un joven de 28 años y un chico menor de edad, se hacían pasar por los trabajadores de una entidad bancaria para hacerse con los datos privados de los clientes y, así, poder extraer dinero de sus cuentas. En total, se hicieron con un botín de 2.950 euros.

Las investigaciones empezaron el pasado mes de enero, después de que los agentes de la comisaría de la Seu d'Urgell detectaran una serie de estafas bancarias que seguían el mismo patrón. Durante las pesquisas, la policía comprobó que el ladrón, o ladrones, contaba con conocimientos informáticos y que operaba desde Oliana. Según los datos obtenidos, el sospechoso había estafado a varias víctimas no solo de Lleida, sino también de Barcelona, el Maresme e, incluso, de Madrid, Andalucía, las Islas Baleares y el País Valencià.

El método del 'smishing'

El estafador siempre utilizaba el mismo modus operandi. Primero, llamaba a las víctimas haciéndose pasar por un trabajador de sus entidades bancarias. Al ganarse su confianza, les pedía datos privados como el DNI o un código de acceso a la cuenta bancaria. Una vez en posesión de la clave, se dirigía a un cajero automático, normalmente en Oliana o en Organyà (Alt Urgell) y, seleccionando la opción de acceder sin tarjeta de crédito, introducía la contraseña y sacaba diferentes cantidades de dinero en efectivo.

En total se han contabilizado 17 extracciones de entre 50 y 400 euros cada vez, sumando un total de 2.950 euros robados. Finalmente, el pasado jueves 16 de febrero se detuvo a dos personas, pero la investigación continúa abierta, ya que no se descartan más arrestos. El menor de edad quedó en libertad con cargos y la obligatoriedad de presentarse delante de la Fiscalía de Menores, mientras que el otro joven quedó a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Solsona.

Cómo evitar ser víctimas de estafa

Desde los Mossos d'Esquadra recomiendan, principalmente, no abrir mensajes de SMS o e-mails de números de teléfono y personas desconocidas. En estos casos es mejor eliminar los mensajes inmediatamente y, sobre todo, no se tienen que contestar. Por otra parte, también alertan contra acceder a enlaces y descargar ficheros adjuntos, aunque las haya reenviado a un conocido.

Recuerdan también que ninguna empresa, bancaria o de otro tipo, solicita datos privados por mensaje o llamada. En caso de duda, es siempre más recomendable cerciorarse de la veracidad de la petición, contactando directamente con la empresa que pide estos datos. Finalmente, hay que evitar rellenar formularios que pidan información confidencial, como datos personales o bancarios.