Aunque Ryanair todavía no ha subido los precios completamente de sus billetes, hay personas que consideran que la low cost se aprovecha de otros complementos para sacar el dinero a los clientes. Esto deben haber pensado unos padres que, ante las rígidas y, a veces, poco comprensibles condiciones de la aerolínea irlandesa, abandonaron a un bebé en el mostrador de facturación de la compañía para no pagar otro boleto extra dentro del avión y procedieron a embarcar. Los hechos sucedieron este martes al aeropuerto internacional de Ben Gurion de Tel Aviv (Israel).
Abandonan al bebé y corren para coger el avión de Ryanair
Ryanair se ha visto obligado a hacer un comunicado en el Reino Unido explicando lo que pasó, después de que los medios israelíes se hicieran eco de la noticia y traspasara fronteras. La pareja que abandonó a su bebé era de nacionalidad belga y parece que iban a coger un vuelo para volver a Bélgica desde Israel con solo dos billetes reservados sin tarjeta de embarque para el pequeño. La aerolínea irlandesa, dentro de sus condiciones para los bebés, obliga a abonar unos 25 euros por un asiento de refuerzo para el niño o bien a pagar como si fuera un adulto para conseguir una silla dentro de la aeronave. Es de las pocas compañías con esta restricción tan severa para los prácticamente recién nacidos.
Según el comunicado y las informaciones publicadas por varios medios británicos e israelíes, la trabajadora que se encontraba en el mostrador de facturación de Ryanair les explicó las condiciones de la compañía para viajar con el bebé, pero la pareja belga seguía pensando que su hijo tenía que volar gratis. Después de una discusión poco productiva, los padres dejaron al bebé en la zona de checkin y se fueron corriendo hasta el control de pasaportes de acceso a la zona aire del aeropuerto de Tel Aviv. Los empleados quedaron en estado de shock.
Pillados y bajo custodia policial
Finalmente, los cuerpos de seguridad israelíes del aeropuerto de Ben Gurion pillaron a los padres y los retuvieron. El bebé, después de la estupefacción a la que se enfrentaron los trabajadores de Ryanair, fue devuelto a la pareja belga. El hombre y la mujer pasaron a disposición policial sin poder coger el vuelo a Bruselas.