Kira decidió suicidarse cuando tenía 15 años porque no soportaba más el acoso escolar que sufría desde bien pequeña en la escuela Manyanet Sant Andreu de Barcelona. Ha pasado año y medio desde entonces y sus padres siguen luchando por acabar con el bullying en las escuelas. "El bullying no es un delito grave, pero mi hija está muerta por eso", asegura José Manuel, a su padre. La familia sabía que sufría acoso en la escuela "pero no pensaba que sufría tanto". "¿Cómo gradúas la intensidad del sufrimiento"?, se pregunta su padre.

Con motivo del Día Internacional contra el Acoso Escolar, que se celebra este 3 de noviembre, los padres de Kira han llevado 230.000 firmas al Congreso de los Diputados dando apoyo a la creación de una ley contra el bullying. Una situación que cerca del 70% de los niños en España han sufrido alguna vez. Piden que se establezcan acciones inmediatas a la mínima sospecha de acoso escolar porque, según explica José Manuel, "no se tiene la certeza que los niños estén seguros, dependerá de la suerte de dar con maestros con vocación o que sean profesionales". Por eso reivindica la creación de una ley "que garantice que los niños estén seguros y contentos".

El padre de Kira se dedica a luchar contra el acoso en las escuelas

A raíz del suicidio de Kira, su padre se ha formado para convertirse en perito judicial en gestión y dirección de centros educativos. Su objetivo es que se apliquen correctamente los protocolos actuales contra el bullying, mientras que promueve la creación de una ley contra el acoso escolar, como ya existe para el acoso laboral. "El acoso escolar, que parece más inofensivo, tiene que estar en el código penal porque no es grave, pero mi hija está muerta por eso", insiste.

José Manuel asegura que, cuando se detecta un caso de acoso escolar, la inspección educativa no escucha a las víctimas y que los padres no son informados de la evolución del caso ni de las medidas que se están tomando para que acabe. Reivindica que se tiene que compensar el daño provocado y que se tiene que invertir más en la protección de los menores. "Ahora es la víctima quien tiene que cambiar de escuela, quien tiene que ir al psicólogo... cuándo quien necesita ayuda para reconducirse es el acosador", se lamenta.

Han llevado más de 200.000 firmas al Congreso para que se promueva una ley contra el bullying

Hartones de la situación que provocó que su hija se suicidara, los padres de Kira han llevado miles de firmas al Congreso de los Diputados para que se promueva una ley contra el acoso escolar. "Sé que solamente con una ley no se solucionará el problema. Eso solo es una en absoluto para pedirle a Pedro Sánchez que se ponga a trabajar. No puede ser que vayan pasando los gobiernos y todos se conformen de ser mediocres", afirma José Manuel.

"Hoy no puedes ir a una comisaría a decir que en la escuela se han reído de la ropa de tu hijo o del acento cuando habla inglés porque se reirán de ti", lamenta el padre de Kira, que añade que "este acoso es el que mata, lo que no puedes denunciar". Por eso promueven una ley que lo regule. "El acoso escolar que parece el más inofensivo es el que tiene que estar en el código penal. Que cuando una familia vaya en la comisaría no le digan que eso no lo puede denunciar y que tiene que ir a Educación I que a Educación no le digan que no es grave. No será nada, pero mi hija está muerta por eso", reivindican.

Han querido recordar casos como el del Izan, el chico de quien se burlaron en su cumpleaños para estar graso, o el de la Saray, una niña que se intentó suicidarse hace poco. Han lamentado que estos casos tengan el apoyo de la sociedad educativa porque se han hecho públicos, pero que no los tengan aquellos que no aparecen a los medios. "Quiero que se trate como un delito, como ya se hace en Francia", puntualiza José Manuel, recordando que ya es así con el acoso laboral o la violencia de género.

La Audiencia Provincial de Barcelona acordó el archivo, respecto a la escuela Pare Manyanet, de todas las actuaciones penales incoadas, por entender que no existían indicios de criminalidad en la actuación de la misma, ni de sus integrantes, en relación a los hechos denunciados por acoso escolar.