El juzgado número 9 de Vilanova i la Geltrú, que ha tutelado la investigación contra el doctor Álex Costa, ha ordenado, a petición de los Mossos, cerrar las plataformas sociales, webs y perfiles en Instagram y Facebook, para evitar que siga vendiendo los fármacos ilegales que, según la investigación y la policía catalana, vende a sus pacientes en todo el Estado y en Europa. El doctor, especialista en endocrinología, acusado de haber recetado medicación fuera de la norma y de haber importado medicamentos fraudulentos desde países bálticos después de ser comprados en laboratorios piratas y camuflados como productos cosméticos, fue detenido por los Mossos en el marco de la operación Zales, junto con otras personas que, supuestamente, colaboraban con él. Aunque fue puesto en libertad con cargos, acusado de delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales, falsificación de documento público y pertenencia a organización criminal, se pidió, para evitar que siguiera reproduciendo el modelo de negocio supuestamente ilegal, que los proveedores tecnológicos cerraran cautelarmente las webs y los perfiles de redes sociales que utilizaba para captar clientes.
Facebook, cerrado; Instagram, abierto
Sumado a otras medidas cautelares, el juzgado de Vilanova emitió un mandamiento judicial ordenando la clausura del perfil de Facebook y de Instagram de este doctor y también el bloqueo de las webs que utilizaba para vender estos medicamentos que, aunque tienen apariencia de legales, son fraudulentos y, a la vez, según diversos médicos, muy peligrosos para la salud. La página de Facebook que se enlaza desde la web principal de la clínica del doctor Álex Costa ya está cerrada “temporalmente”. En cambio, el perfil de Instagram, donde acumula más de 200.000 seguidores y que es una de las plataformas más activas de este médico, sigue activo, aunque el juez también ordenó su cierre. Este tipo de restricciones, que deben hacer efectivas empresas extranjeras, muchas veces se pueden alargar. En el caso de las páginas web, algunas están cerradas y otras no. Igualmente, según el proveedor con el que se consulte, es decir, según la compañía telefónica que dé acceso a internet, se pueden ver o no, en función de las restricciones de cada compañía y de sus servidores.
Los Mossos pidieron al juez esta medida cautelar para, según explican los investigadores, poder detener la venta de medicamentos si se restringía el acceso a las plataformas que utilizaba el médico y su grupo de colaboradores para vender, supuestamente, los medicamentos ilegales que, según la investigación, importaba desde el extranjero tras comprarlos en laboratorios piratas. En el auto judicial que autoriza el cierre se alerta de que abrir nuevas cuentas, si acaban siendo cerradas y se demuestra que es por el mismo hecho investigado, podría ser considerado un nuevo delito.
Cabe recordar que una reiteración delictiva podría llevar al juez que ha dirigido la investigación a cambiar la situación personal del doctor. Ahora, tras ser escuchado en sede judicial, quedó en libertad con cargos, a pesar de estar imputado por los graves delitos. Con todo, sin embargo, el juez, si considera que puede haber riesgo de fuga, destrucción de pruebas o de volver a delinquir —que podría ser el caso, este último, si abre nuevas páginas web— podría hacerlo ingresar en prisión. En un “comunicado oficial”, el doctor, a través de Instagram, ha asegurado que sigue operando y atendiendo a sus clientes.