La Policía Nacional española ha enviado hacia Marruecos a dos ladrones con decenas de antecedentes que se habían hecho fuertes en una casa ocupada en Palafrugell, en Girona. Los vecinos estaban hartos y avisaron a la Policía Nacional, quien tiene competencia en temas de extranjería, que empezaron a mover hilos para aclarar quien eran las personas que generaban esta inseguridad en el municipio. Recogiendo información de los Mossos d'Esquadra y de las policías locales vieron que los ocupas, que no tenían sus permisos de residencia ni de estancia en vigor, eran los autores de robos y disturbios en la zona.

Los especialistas en la guerra contra la inmigración ilegal de la Policía Nacional confirmaron que los dos jóvenes no tenían papeles y estaban siendo investigados judicialmente por diferentes delitos contra el patrimonio. De hecho, acumulaban más de veinte detenciones por robos con violencia e intimidación receptación y robo con fuerza que habían hecho en diferentes puntos de Catalunya.

Más allá de la tarea de investigación que se estaba haciendo para poder involucrarlos en los robos, la Policía Nacional española inició las gestiones para tramitar la expulsión preferente de los dos hombres en Marruecos. Se trata de un trámite administrativo que no tiene que aprobar a ningún juez. Es el Gobierno el que lo tiene que proponer y aceptar, de manera coordinada con el país receptor, en este caso, Marruecos.

Expulsados en el Marruecos por vía preferente

Cuando la Policía Nacional tuvo luz verde con el fin de expulsar a los dos jóvenes de España, en un operativo conjunto con la Policía Local de Palafrugell, los fueron a buscar en la casa ocupada y fueron arrestados. Después, los ingresaron en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Barcelona hasta que acabara la tramitación del proceso de expulsión.

Ahora ya se ha acabado todo el procedimiento y los dos jóvenes fueron deportados en el Marruecos en uno acompañado por una escucha policial de la comisaría de la Policía Nacional de Sant Feliu de Guíxols. Es habitual que la policía haga estos acompañamientos hasta los países de destino para evitar que los arrestados, sabiendo que serán expulsados, generen incidentes en los vuelos. Algunas veces son con aviones comerciales y otros con aviones que se organizan solo para deportar a presuntos delincuentes del territorio español.